El Torneo Nacional Infantil vive un sábado inolvidable en el CEF 29 y la Esquina Encendida
Desde las 9 de la mañana se desarrolla la segunda fecha del Torneo Nacional de Handball Infantil, que reúne a delegaciones de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos. Tras una apertura exitosa, la ciudad vuelve a vibrar con una jornada llena de goles, juegos y buena presencia de público. La competencia concluirá mañana domingo.
El Torneo Nacional Infantil vive un sábado inolvidable en el CEF 29 y la Esquina Encendida
La ciudad de Santa Fe volvió a sentir, desde temprano este sábado, el pulso vibrante del handball infantil. Con el inicio de la segunda jornada del Torneo Nacional de la categoría, cientos de niños y niñas provenientes de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos se dieron cita para disfrutar de un nuevo día de competencia, aprendizaje y camaradería. Los escenarios elegidos, el CEF Nº29 y la Esquina Encendida, nuevamente lucieron un clima festivo y familiar, donde la alegría de los más pequeños se combinó con la energía de entrenadores, dirigentes y un público que crece partido a partido.
Organizado por la la Asociación Santafesina de Handball y avalado por la Confederación Argentina de Handball, el torneo transita su fase central con un notable nivel de participación y una logística que permite el desarrollo fluido de los encuentros. Tal como ocurrió en la jornada inaugural, las canchas se colmaron desde las primeras horas, demostrando que el evento no solo es una competencia deportiva, sino también un espacio de integración y celebración.
Una segundafecha querepite el éxito inicial
Si algo dejó claro la apertura del viernes es que el entusiasmo por este certamen supera cualquier expectativa. La primera jornada había sido catalogada como “un éxito total” por los organizadores, y este sábado no fue diferente: desde las 9 de la mañana, los equipos infantiles fueron llegando al CEF 29 cargados de ilusiones, mientras otros ya se preparaban en la Esquina Encendida para disputar sus respectivos encuentros.
Delegaciones infantiles ingresan a la cancha para una nueva jornada.
Los partidos se sucedieron con un ritmo dinámico, marcado por la intensidad propia de la disciplina pero también por la frescura y la espontaneidad características de esta categoría. Los más pequeños demostraron que el handball no solo es táctica y velocidad, sino también diversión, creatividad y espíritu de equipo. Cada gol fue celebrado como un pequeño triunfo, cada atajada despertó aplausos y cada abrazo reflejó el sentido más genuino del deporte formativo.
El clima acompañó de manera ideal, posibilitando que muchas familias se acercaran a los predios para alentar a los chicos y disfrutar de una jornada completa de deporte. Tanto en el interior de los gimnasios como en los espacios comunes, el movimiento fue incesante: delegaciones organizando sus ingresos, árbitros coordinando horarios y voluntarios acompañando cada detalle para garantizar que todo se desarrolle en tiempo y forma.
Niños, familias y un ambiente que crece partido a partido
El colorido de las delegaciones fue uno de los elementos más destacados del día. Camisetas con siglas de clubes de diferentes provincias, risas en los pasillos, charlas improvisadas entre padres que se conocieron durante el torneo y banderas que identificaban a cada equipo compusieron una postal que refleja la esencia formativa del handball infantil. El deporte volvió a ser excusa para encontrarse, compartir y construir vínculos que exceden lo estrictamente competitivo.
Entrenadores organizan a los equipos antes del inicio del encuentro.
A diferencia de otros torneos de mayor exigencia, donde las presiones suelen aparecer con mayor claridad, el Nacional Infantil conserva un espíritu lúdico que lo vuelve especialmente atractivo. Los entrenadores, conscientes del carácter formativo del evento, priorizan que sus jugadores y jugadoras disfruten, aprendan y experimenten sensaciones nuevas dentro de la cancha. La consigna es clara: competir, sí, pero siempre desde el respeto, el juego limpio y la oportunidad de crecer.
A lo largo de la jornada muchas familias que no habían podido asistir el viernes se sumaron este sábado, acompañando el desempeño de los pequeños deportistas. Los aplausos espontáneos, los cantos de aliento y las fotos para atesorar momentos especiales se mezclaron con la adrenalina de los partidos más parejos, ofreciendo una atmósfera que potencia cada experiencia dentro del torneo.
En paralelo, la organización mantuvo un trabajo incansable para sostener el orden y el cumplimiento del cronograma. Las dos sedes funcionaron de manera complementaria, permitiendo que el flujo de partidos avance con naturalidad y que cada equipo pueda disfrutar de su tiempo en cancha sin contratiempos. A medida que la tarde avanzaba, las sensaciones eran unánimes: la segunda jornada estaba logrando el mismo impacto positivo que la primera.
Resta el cierre, mañana domingo
Con la segunda fecha ya en marcha y un balance más que positivo, el Torneo Nacional Infantil se prepara para el cierre de este domingo, donde concluirá una verdadera fiesta del handball formativo. Para muchas delegaciones será la última oportunidad de sumar minutos de juego, compartir experiencias y fortalecer vínculos que nacieron en el marco de este certamen regional.
Mientras tanto, Santa Fe vuelve a posicionarse como una sede organizada, cálida y comprometida con el crecimiento del deporte. Las instituciones locales, los clubes participantes, los cuerpos técnicos y las familias confluyen para hacer de este torneo un espacio que trasciende lo deportivo y deja una huella significativa en cada participante.
Así, entre risas, abrazos, goles y festejos, la ciudad vive un fin de semana donde el handball infantil es el protagonista absoluto. La emoción continuará mañana, cuando se cierre una edición que ya puede considerarse un éxito rotundo.