El Paris Saint Germain aplastó al Real Madrid en la segunda semifinal del Mundial de Clubes. El resultado final fue de 4 a 0. El encuentro se jugó en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, Estados Unidos.
Con goles de Fabián Ruiz (2), Ousmane Dembélé y Gonçalo Ramos, el combinado de Luis Enrique se impuso por cuatro tantos ante el Merengue en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. La final se disputará el próximo domingo.

El Paris Saint Germain aplastó al Real Madrid en la segunda semifinal del Mundial de Clubes. El resultado final fue de 4 a 0. El encuentro se jugó en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, Estados Unidos.
Antes de los diez minutos, los franceses dirigidos por Luis Enrique ya habían sacado una ventaja considerable. Es que los errores de Raúl Asencio y Antonio Rüdiger le permitieron a Fabián Ruiz y Dembelé celebrar de forma prematura dos goles que dejaron de rodillas a los intérpretes liderados por Xabi Alonso.
A pesar de algunos intentos de reacción de Mbappé, el PSG transformó la victoria en goleada con una verdadera exhibición de fútbol. La sociedad Hakimi, Dembélé y Fabián Ruiz derivó en el tercer grito de la tarde cuando tan solo promediaba la primera mitad del tiempo inicial.
El panorama expuso las limitaciones de la Casa Blanca, que poco podía hacer ante una apabullante jerarquía de la propuesta planteada por el conjunto parisino.
Incluso, antes del descanso, el PSG tuvo más ocasiones para ampliar la diferencia a través de las intervenciones de Kvaratskhelia, João Neves y Dembélé; pero las sacrificadas respuestas de Courtois evitaron la catástrofe.
Xabi Alonso no realizó ninguna variante para el afrontar el complemento. Tras una paliza histórica, el entrenador decidió continuar con los mismos once que se arrastraron ante la jerarquía parisina. Y en una de las primeras acciones del segundo tiempo, Désiré Doué volvió a inflar la red, aunque su grito se vio ahogado a causa de una posición adelantada.
Al espectáculo le sobró el segundo tiempo. Los de Luis Enrique se encargaron de manejar el ritmo de un duelo que ya estaba liquidado con mucha antelación.
En cambio, el Merengue se encargó de enviar a la cancha a Luka Modric y Dani Carvajal para que los experimentados referentes tengan el reconocimiento de su público. Una mirada similar a la que ocurrió con Éder Militão, el defensor brasileño que resolvió las serias dificultades que mostró la Casa Blanca en su última línea.
Sobre el final, Gonçalo Ramos fue el encargado de sellar el último clavo en el ataúd español con un golazo, en el que los intérpretes se divirtieron como si sus rivales fueran sus sobrinos en las plazas.
El próximo domingo, en el mismo escenario, el PSG buscará la gloria frente al Chelsea, que en su compromiso eliminó al Fluminense. Al elenco liderado por Luis Enrique le resta un último escalón para llegar a la cima del mundo.




