Una diferencia entre elementos del hampa arrojó por saldo la muerte de uno de ellos. Mario Gustavo Salinas (a) Cepillo, individuo que cobró triste notoriedad en el marco de un motín donde apareció retratado junto a su compinche, quien terminaba de herir mortalmente a un agente penitenciario en la cárcel de Las Flores.
“Cepillo” Salinas quien en agosto del ‘99 apareció ante las cámaras de la prensa para imponer condiciones a su rendición mientras aplicaba el filo de una chuza en el cuello de un guardiacárcel, fue encontrado ayer a la tarde herido de muerte, con dos heridas de bala en el pecho.
Agentes de la Sección Homicidios de la Unidad Regional I estuvieron en el lugar del hecho, -Santa Fe y Córdoba-, esquina del barrio El Chaparral y allí, mientras la policía científica hacía un relevamiento de pruebas, recogieron datos fundamentales para el esclarecimiento del hecho.
En tanto “Cepillo” Salinas -quien había sido llevado al hospital Cullen con un hálito de vida- dejaba este mundo en medio de una profusa hemorragia, los detectives de la URI interceptaban el paso de un automóvil Ford Falcon de color bordó que presuntamente era guiado por uno de los sospechosos.
Sospechoso
Así cayó en la redada policial el hombre buscado -un tal Cano-, individuo de unos 33 años de edad que contaría en su haber con graves antecedentes delictivos, algunos de ellos de características demenciales, como aquella vez que abrió fuego y disparó a las piernas de un letrista que pintaba el frente de un establecimiento deportivo.
Cano fue llevado a Jefatura para su identificación, mientras que otras comisiones siguen trabajando en procura de dar con los restantes implicados en el crimen, un tal Castro y un tal Cejas.
Diez años atrás
El 16 de agosto de 1999 Marcos Antonio Sanchez, agente penitenciario, padre de familia y vecino de Arocena, cayó herido de muerte cuando junto a otros tres compañeros -también heridos en la emergencia-, inspeccionaba el Pabellón Nro. 3.
El pandemónium que siguió al incidente concluyó con la rendición de los amotinados tras un largo parlamento que incluyó graves amenazas contra otros agentes que habían caído en poder de los internos Facundo Castro y Cepillo Salinas. Las imágenes fotográficas que recuerdan aquel momento muestran a Castro que empuñaba un arma reglamentaria, propia de los organismos de seguridad y que nadie supo explicar entonces, cómo ingresó al penal.
Ahora entre los buscados por la muerte de Cepillo en Santo Tomé es buscado un individuo también apellidado Castro, al igual que aquel con quien salió retratado en el momento de aplicar el filo de la chuza en el cuello del guardiacárcel. Cepillo Salinas había recuperado la libertad un año atrás.


































