"Hacer humor es mostrar la realidad desde otro foco"

Juan Ignacio Novak

jnovak@ellitoral.com

El grupo teatral Esopo reestrenará la comedia “Sexo sentido, ¿Y después qué?”. Se trata de una obra escrita por Luis Mansilla (quien también la dirigió en su estreno, hace quince años) que retorna ahora bajo la conducción de Graciela Iturraspe, con un elenco integrado por Silvia Paredes, Noris Humeler y Mónica Mántaras. Las primera tanda de nuevas funciones se realizará los días viernes 21 y sábado 22 de septiembre a las 21.30 y la segunda los días viernes 5 y sábado 6 de octubre, siempre en la Casa del Maestro (Bulevar Gálvez 950) a partir de las 21.30.

La obra hace foco sobre la historia de “tres amigas entrañables que han pasado los cincuenta años y recién se mudan a un departamento de la ciudad, donde deben sobrevivir a un fin de semana largo. Venidas de un pueblito, el ajetreo y la agitación de la mudanza no han podido revertir el estado de melancolía y abatimiento que las caracteriza, desde el día en que decidieron autodenominarse ‘solteronas’”, señala la sinopsis.

Los personajes son tres: Carmen, Zunilda y Soledad. La primera, interpretada por Mónica Mántaras, es empleada municipal y la cabeza de las tres, transportando permanentemente a la casa la disciplina y severidad con que desarrolla su trabajo. La segunda, encarnada por Silvia Paredes, es una desempleada que destina su tiempo a jugar al solitario, desesperanzada de conseguir trabajo y resignada a la vida doméstica. La tercera es Noris Humeler, una costurera que pasa sus días cosiendo botones y suspirando.

Temas, desafíos y aportes

Antes del reestreno, Silvia Paredes contó a El Litoral los motivos que llevaron al grupo a llevar nuevamente a escena esta comedia. “Uno suele seleccionar tanto por sus propios recuerdos como por la vigencia de los temas. Esta obra tuvo una especial repercusión en 2003. Su texto nos parece absolutamente acorde a la realidad actual por lo que plantea y porque, además, la tecnología se encuentra presente en todas las cosas y también en la vida cotidiana de estas tres mujeres”, señaló.

—¿Cuáles son los diferentes temas que se abordan en la obra y qué se intenta transmitir?

—Los temas a los que se refiere hacen a la existencia y a la vida misma, con un matiz humorístico permanente. La soledad, la amistad, el desamor, los miedos, la infancia.

—Vos y Noris trabajaron en la primera puesta de la obra, quince años atrás ¿Cómo fue el reencuentro con los personajes?

—Siempre uno los tiene presentes, porque cada personaje es la historia de una como actriz y obviamente nos encuentra con otra edad y otra formación. Te implica ejercicios, nostalgias, desafíos.

—¿Cuáles fueron los aportes más significativos de Graciela Iturraspe en la dirección?

—Graciela aportó una gran impronta, desde el punto de vista femenino y con sus propias vivencias y experiencias teatrales, resaltando las particularidades de cada personaje.

Un paréntesis

—¿Qué desafíos implica hacer humor en estos tiempos?

—Hacer humor es mostrar la realidad desde otro foco. Es un desafío muy grande, ya que hay pocas cosas donde la gente pueda encontrar alegría y placer. El humor es una manera de hacer un paréntesis en la realidad del momento, disfrutar a pleno de esa oportunidad que nos brinda el teatro. Es disponerse al disfrute, a la alegría combinada con pensamiento y arte en la misma proporción.

Luis, en el recuerdo

—Al ser una obra concebida y dirigida en sus inicios por Luis Mansilla llevarla a escena es de algún modo evocar su figura. ¿Qué es lo que más se recuerda de su trabajo en esta puesta en escena en particular?

—En el texto se evoca permanentemente la figura de Luis que tanto ha contribuido al teatro de humor y reflexión. Su esencia está en la obra y también aparece en los recuerdos de las actrices que fuimos parte de su equipo. Su modo de motivar, sus pautas, esa combinación de risa y filosofía accesible, es muy hermoso recordarlo en la geografía de las tablas. Quienes vayan encontrarán costumbrismo, humor y una buena cantidad de disparatados momentos.