Miércoles 26.1.2022
/Última actualización 15:46
“Los Saboya recuperarán sus joyas”. Así de contundente se ha manifestado en sus declaraciones a la prensa italiana Sergio Orlandi, abogado de los descendientes del último rey de Italia. Según informaban ayer medios como Il Corriere della Sera, el príncipe Víctor Manuel y sus hermanas, las princesas María Gabriela, María Pía y María Beatriz de Saboya, han reclamado al Estado italiano la devolución de las joyas de la antigua familia real de Italia, compuestas por más de 6.000 diamantes y 2.000 perlas montadas en broches, tiaras y otras joyas que fueros depositadas hace 76 años en un cofre en el Banco de Italia.
Las joyas llegaron al Banco de Italia el 5 de junio de 1946, tres días después del referéndum que proclamó la república y puso fin a la monarquía italiana. Tal y como recuerda la prensa, Umberto II, último rey de Italia, se las encomendó a Luigi Einuadi, entonces gobernador del Banco de Italia y luego presidente de la república, para que las custodiara y las tuviera “a disposición de aquellos que tengan derecho a ello”, rezaba la nota que acompaña al cofre con las joyas.
El problema es que no queda claro si esta expresión se refería a los Saboya o al Estado italiano. Según consideran los miembros de la antigua familia real italiana, las joyas les siguen perteneciendo, como demostraría el hecho de que en su día el Estado italiano no las confiscara a diferencia de lo ocurrido con la mayoría de sus bienes.
Es una interpretación que fue rechazada ayer por el gobierno italiano en un intento de mediación mantenido con Manuel Filiberto de Saboya, representante de su padre y sus tías en el encuentro. Pese a ello, la familia Saboya tiene intención de llegar hasta el final y de continuar en su empeño de recuperar un cofre que contiene tesoros como la tiara de perlas y diamantes con las que aparece posando la reina Margarita Teresa de Saboya en varios de sus retratos oficiales.
La prensa italiana explica que, hasta la fecha, no existe una tasación oficial de las joyas de la corona, mientras que algunos expertos las han valorado con unas cifras que oscilan entre los 18 y los 300 millones. El cofre ha sido abierto solo una vez. Fue en 1976, cuando la joyería Bvlgari realizó un informe en el que se hablaba de que contenía hasta 6732 diamantes y 2.000 engarzadas en joyas y adornos personales de todo tipo, recuerda el diario italiano Il Giorno.