El Clube do Remo, uno de los emblemas futbolísticos del norte brasileño, concretó su anhelado retorno al Brasileirao después de más de treinta años al imponerse 3-1 frente a Goiás.
El Clube do Remo coronó su regreso al Brasileirao con una escena cargada de simbolismo, al compartir su alegría junto a una imagen venerada que ocupó un lugar central en el emotivo festejo dentro del Mangueirão.

El Clube do Remo, uno de los emblemas futbolísticos del norte brasileño, concretó su anhelado retorno al Brasileirao después de más de treinta años al imponerse 3-1 frente a Goiás.
Lo que comenzó como un estallido deportivo terminó convirtiéndose en una postal inusual: la presencia de la Virgen de Nazaré, símbolo máximo de la región, irrumpió en los festejos y le dio un tono espiritual a la jornada.
Apenas se escuchó el pitazo final en el estadio Mangueirão, un clima de desahogo se apoderó de jugadores, cuerpo técnico y miles de hinchas que coparon el césped.
El festejo alcanzó su punto más emotivo cuando se desplegó un enorme mosaico con la figura de la Virgen, gesto que fue leído por la afición como una forma de agradecimiento tras décadas de espera. La devoción local convirtió la escena en un momento cargado de identidad y emoción.
La tradición de Nuestra Señora de Nazaré remonta sus raíces al siglo XVII, cuando un pescador encontró una pequeña imagen mariana a orillas de un arroyo en la futura Belém. Según el relato popular, la figura regresaba siempre a su lugar original, y el pueblo interpretó aquel fenómeno como un mensaje divino.
Con el tiempo surgió una capilla, luego un templo y finalmente la actual basílica, que cada año reúne a multitudes en el Círio de Nazaré, una de las demostraciones de fe más multitudinarias del mundo.
En la cultura amazónica, la Virgen se transformó en protectora de la naturaleza y en un símbolo de acompañamiento constante, reconocida como “la madre que nunca abandona”. Esa presencia espiritual se trasladó también al campo de juego durante los festejos del Remo.
La victoria sobre Goiás resultó clave, pero no fue el único factor del día. El equipo dependía también del triunfo de Cuiabá ante Criciúma, resultado que terminó de abrirle la puerta del regreso a la Serie A, algo que no ocurría desde 1994. Con 62 puntos, Remo cerró la temporada en la cuarta posición y compartió el ascenso con Chapecoense, Athletico Paranaense y Coritiba.
El regreso del club, acompañado por la imponente imagen de la Virgen de Nazaré, quedó grabado como una combinación única de pasión, identidad regional y fervor popular, un capítulo que la hinchada azulina difícilmente olvide.




