El gobierno de Estados Unidos dio un paso decisivo en su estrategia hacia Venezuela declaró al Cártel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera y señaló a Nicolás Maduro como su líder visible. La decisión, oficializada este 24 de noviembre, marca un endurecimiento sin precedentes contra la cúpula chavista.
Según el comunicado del Departamento de Estado, la estructura criminal “corrompió el ejército, la inteligencia, la legislatura y el poder judicial”, consolidando una red que combina narcotráfico, violencia transnacional y protección estatal. La administración de Donald Trump reiteró que “ni Maduro ni sus secuaces representan al gobierno legítimo de Venezuela”.
La inclusión del Cártel de los Soles en la lista de terrorismo, donde ya figuran el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, permite ampliar sanciones financieras, congelación de activos y restricciones comerciales. Pero también habilita acciones militares directas en territorio venezolano contra infraestructura narco vinculada al aparato estatal.
Un giro que eleva la tensión regional
La medida sacudió el tablero político del continente. No solo apunta contra la cúpula del chavismo, sino que formaliza una acusación largamente instalada en informes de inteligencia: el rol de altos mandos militares venezolanos en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
En paralelo al anuncio, varias aerolíneas internacionales suspendieron o reprogramaron vuelos hacia Caracas. Al menos seis compañías confirmaron cambios operativos ante la advertencia de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos, que calificó la situación como “potencialmente peligrosa”.
La suspensión alimentó especulaciones sobre movimientos irregulares en la capital venezolana, entre ellos la acelerada salida de familias de diplomáticos y personal extranjero. Para Washington, la designación es un mensaje directo: no descarta medidas más contundentes si detecta escaladas o represalias del régimen.
Qué habilita la designación como organización terrorista
Con esta determinación, el Ejecutivo estadounidense gana margen para actuar de manera ampliada. Hasta ahora, su ofensiva estaba centrada en operaciones marítimas contra narcolanchas que buscaban llegar al Caribe. Esas acciones ya habían derivado en 21 hundimientos confirmados por el Comando Sur.
Desde este lunes, el abanico se amplía. Analistas sostienen que podrían incluir bombardeos selectivos sobre pistas clandestinas, rutas de extracción minera ilegal y campamentos utilizados por la guerrilla colombiana dentro del territorio venezolano. Aunque no existen precisiones oficiales, la hipótesis circula entre diplomáticos y especialistas en seguridad hemisférica.
Washington argumenta que busca cortar redes criminales que alimentan la violencia regional, pero la decisión despierta preocupación por una posible intervención directa en Venezuela, país atravesado por una crisis económica, institucional y humanitaria de más de una década.
Estados Unidos advirtió que la designación habilita nuevas sanciones y acciones ampliadas.El rol de Maduro y la estructura del Cártel de los Soles
La mirada estadounidense sobre los llamados “Soles” no es nueva. Desde mediados de los 2000, diversas agencias acusaron a sectores del ejército venezolano de facilitar rutas para el tráfico de cocaína. Con el tiempo, el esquema habría mutado hacia una organización integrada por funcionarios de inteligencia, mandos de la Guardia Nacional Bolivariana y actores políticos del círculo más cercano del chavismo.
La novedad es el nivel de formalización. El Departamento de Estado afirmó que la organización “está liderada por Maduro y otros altos funcionarios de su régimen ilegítimo”. Para la Casa Blanca, el presidente venezolano no solo permite el funcionamiento de la red sino que la dirige y la utiliza para sostener el poder político.
La Casa Blanca considera que Nicolás Maduro lidera el Cartel de los Soles. Foto: ArchivoEl comunicado también incluye referencias al Tren de Aragua, la organización criminal surgida en Venezuela que expandió operaciones por Sudamérica. Para Washington, la articulación entre grupos narcos y sectores estatales eleva el riesgo de expansión transnacional.
Reacciones internas y el escenario que se abre
Aunque el régimen venezolano no emitió respuesta inmediata al anuncio, se descuenta una condena pública y la acusación de “agresión imperialista”, habitual en la retórica chavista. Sin embargo, fuentes diplomáticas regionales advierten que la designación podría acelerar fracturas internas dentro del aparato militar.
Dentro de Venezuela, la población convive con un clima de incertidumbre. Las restricciones aéreas, los movimientos inusuales en zonas cercanas al aeropuerto de Maiquetía y los rumores sobre operativos de seguridad alimentan la sensación de alerta.