Un paseo turístico por uno de los paisajes más icónicos del mundo terminó en tragedia. Al menos 38 personas murieron tras el vuelco de un barco en la famosa bahía de Ha Long, en Vietnam.
La embarcación llevaba 53 personas a bordo, entre ellas niños. Los rescatistas continúan buscando desaparecidos en medio de una investigación que apunta a posibles irregularidades.

Un paseo turístico por uno de los paisajes más icónicos del mundo terminó en tragedia. Al menos 38 personas murieron tras el vuelco de un barco en la famosa bahía de Ha Long, en Vietnam.
Las autoridades informaron que a bordo viajaban 48 turistas y cinco tripulantes. Entre las víctimas fatales se encuentran al menos ocho menores de edad. Los equipos de rescate siguen trabajando para encontrar a las personas que continúan desaparecidas.
El accidente ocurrió en medio de una fuerte tormenta que azotó la zona, sorprendiendo a los navegantes con vientos huracanados, lluvias torrenciales y granizo del tamaño de un pie, según relataron los testigos.
“Vi cómo las olas se tragaban a la gente”, describió un sobreviviente a los medios locales. Otro niño, de apenas 10 años, contó su dramática experiencia: “Respiré hondo, nadé a través de un sitio estrecho, me sumergí y luego nadé hasta la superficie. Grité pidiendo ayuda y unos soldados me rescataron”.
Una de las grandes incógnitas que rodean esta tragedia es por qué la embarcación fue autorizada a zarpar pese a las advertencias meteorológicas. Hasta ahora no hay respuestas claras, pero sí muchas preguntas en voz alta.
Mientras las tareas de búsqueda se extienden en la bahía, las autoridades vietnamitas iniciaron una investigación para establecer responsabilidades. “Se aclararán las causas del incidente y se aplicarán sanciones severas ante cualquier infracción”, aseguraron en un comunicado oficial.
El barco ya fue remolcado a la orilla. Ahora será objeto de peritajes para determinar si hubo fallas técnicas, errores humanos o negligencia en su habilitación para navegar ese día.
El impacto de lo ocurrido atravesó las fronteras de Vietnam. Las imágenes del barco volcado, los cuerpos recuperados y los familiares esperando en las costas recorrieron el mundo en pocas horas.
La mayoría de los pasajeros eran familias completas, que buscaban disfrutar del paisaje único de Ha Long, declarado Patrimonio de la Humanidad. Entre ellos, 20 niños que soñaban con unas vacaciones diferentes y quedaron atrapados en medio de la tragedia.
“Es una noticia devastadora para nosotros y para todo el país”, expresó el gobierno local. La comunidad internacional también expresó su pesar, enviando mensajes de apoyo y solidaridad.
Mientras tanto, los equipos de emergencia trabajan contrarreloj para cerrar la lista de desaparecidos y dar respuestas a quienes aún esperan saber el destino de sus seres queridos.
Vietnam enfrenta ahora no solo el dolor por las víctimas, sino también el desafío de revisar su normativa y garantizar la seguridad de sus principales atractivos turísticos.




