Este fin de semana, por la 9° fecha del Torneo Femenino de Ascenso de AFA (Primera B), el equipo Tatengue venció por 2 a 0 a El Porvenir en el predio de la Liga Santafesina de Fútbol y reafirmó su protagonismo en el campeonato.
Luego del duro golpe que significó la pérdida del invicto en la fecha pasada, el equipo femenino de Unión de Santa Fe se repuso con determinación y fútbol.

Este fin de semana, por la 9° fecha del Torneo Femenino de Ascenso de AFA (Primera B), el equipo Tatengue venció por 2 a 0 a El Porvenir en el predio de la Liga Santafesina de Fútbol y reafirmó su protagonismo en el campeonato.
La caída en la jornada anterior había dejado un sabor amargo, pero también sirvió como estímulo para reaccionar. Unión entendió que debía dar una muestra de carácter, y lo hizo con una actuación convincente desde todos los aspectos del juego. Las dirigidas por Paulo Poccia salieron desde el primer minuto a imponer condiciones y lo lograron con un planteo ordenado, sólido en defensa y con criterio en la generación de juego.
Más allá de la necesidad de recuperarse en lo anímico, Unión mostró recursos técnicos y tácticos para controlar el partido. Con buen despliegue, movilidad en la mitad de la cancha y velocidad por las bandas, fue generando situaciones que inclinaron la balanza a su favor.
El primer grito de la tarde llegó de los pies de Pilar Mateo, quien rompió el cero con una definición certera, luego de una buena combinación ofensiva. El gol sirvió para reforzar la confianza del equipo y reafirmar la superioridad mostrada en el trámite.
Ya en el complemento, Emilse Albornos amplió la ventaja con una gran aparición dentro del área rival, sellando el resultado final de 2 a 0 y desatando el festejo del grupo. Más allá de los goles, lo que más destacó fue la forma en que Unión logró controlar el juego ante un rival que suele complicar por su intensidad y entrega.
Este triunfo no solo le permite a Unión dejar atrás la derrota, sino también continuar en la parte alta de la tabla, en plena lucha por los puestos de ascenso. El rendimiento colectivo, sumado al compromiso del grupo y la conducción técnica de Poccia, ratifican al equipo rojiblanco como uno de los grandes protagonistas del certamen.
El plantel mostró una vez más una de sus mayores virtudes: la capacidad de reinventarse ante la adversidad. Con actitud, inteligencia y trabajo en equipo, las jugadoras respondieron al desafío de reponerse rápidamente y seguir firmes en su camino.
Once inicial: Laila Zaninetti; Caren López, Ionara Vilte, Victoria Muñoz, Alegra Risso; Mailén Herman, Emilse Albornos, Yamila Suárez; Aldana Villalba, Pilar Mateo y Agustina Marani.
Con este triunfo, Unión no solo recuperó terreno, sino también confianza. El equipo demostró que está preparado para pelear hasta el final en un torneo que exige regularidad, fortaleza mental y un juego sostenido. La próxima fecha será una nueva oportunidad para seguir creciendo y consolidando este proyecto que ilusiona a todo el pueblo tatengue.




