San Javier impulsa un programa pionero de becas de residencia para estudiantes de bajos recursos
Garantiza el pago de una residencia estudiantil en la ciudad de Santa Fe, donde muchos jóvenes de esta localidad eligen continuar sus estudios. El programa no se limita únicamente al desempeño académico.
San Javier impulsa un programa pionero de becas de residencia para estudiantes de bajos recursos
En una significativa presentación realizada en la ciudad de San Javier, la Cooperativa de Servicios Públicos, Asistenciales y de Vivienda Limitada anunció oficialmente el lanzamiento de un nuevo programa de becas de residencia para estudiantes terciarios y universitarios.
Esta iniciativa, que forma parte del programa de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) de la entidad, tiene como objetivo principal acompañar a jóvenes de bajos recursos económicos en su camino hacia la educación superior.
El anuncio fue realizado por el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa, Gonzalo Cabral, acompañado por Astrid Bellier, secretaria de Desarrollo Humano de la Municipalidad de San Javier, directivos de distintas instituciones educativas locales y Miriam Martínez, madre de León Martínez, el primer beneficiario de esta iniciativa.
Una beca que responde a una necesidad concreta
Durante la presentación, Cabral explicó que esta idea surgió a partir de una necesidad detectada hace tiempo: “Siempre hablábamos de cómo devolverle a la comunidad lo que los socios aportan con el pago de servicios. Surgió la posibilidad de becas estudiantiles, pero quisimos hacer algo diferente, que realmente impacte. Así fue como pensamos en una beca de residencia, porque sabemos que alquilar un lugar para vivir mientras se estudia fuera de San Javier es una de las principales barreras para muchos jóvenes”.
La iniciativa tiene como objetivo principal acompañar a jóvenes de bajos recursos económicos en su camino hacia la educación superior.
En este contexto, se desarrolló un programa que garantiza el pago de una residencia estudiantil en la ciudad de Santa Fe, donde muchos jóvenes de San Javier eligen continuar sus estudios. Para asegurar la transparencia y justicia en la selección de los beneficiarios, se trabajará en conjunto con las escuelas secundarias de la ciudad y el municipio, que aportará su equipo de trabajadores sociales para realizar los informes socioeconómicos de los postulantes.
Un modelo de beca inclusivo y con enfoque humano
El programa no se limita únicamente al desempeño académico. Según explicó Cabral, se valorará también “la participación, el compromiso, el compañerismo y la voluntad del estudiante”. Además, aclaró que no será requisito ser hijo de socios de la cooperativa, para no dejar afuera a jóvenes que viven en zonas donde la cooperativa no presta servicios directamente.
La beca no exige que el estudiante curse carreras vinculadas al cooperativismo.
La beca no exige que el estudiante curse carreras vinculadas al cooperativismo. “Queremos que los chicos estudien lo que sueñan, no lo que los condiciona una beca. Porque si estudian algo que no les gusta, es probable que abandonen”, reflexionó el titular de la cooperativa.
Para evitar cualquier conflicto de interés, quedan excluidos del programa los hijos de consejeros o empleados de la cooperativa, lo que refuerza el compromiso con la equidad y la transparencia.
León, el primer becado: un ejemplo de esfuerzo y perseverancia
En la primera reunión con las escuelas, la directora de la Escuela N.º 534, Norma Siviero, propuso el caso de León Martínez, ex alumno que actualmente cursa el profesorado en Educación Física en Santa Fe. León viajaba todos los días desde San Javier: salía a las 4 de la mañana y regresaba por la noche, durmiendo poco y estudiando en el colectivo. Esta historia conmovió al Consejo de Administración, que decidió implementar con él la prueba piloto de este programa.
La beca tiene una duración inicial de dos años, sujeta a evaluación.
Tras gestiones de la cooperativa, León consiguió un lugar en la Residencia Freire, donde comenzará a vivir a partir de junio. La residencia está completamente equipada y, además, exige el cumplimiento de normas de convivencia y colaboración en tareas comunes, lo que forma parte del proceso educativo integral.
Su madre, Miriam, visiblemente emocionada, expresó su orgullo: “Yo ya lo imagino recibido, con su título. Él le pone todas las ganas, es muy responsable, y como familia estamos para apoyarlo en todo”.
Proyección y compromiso a largo plazo
La beca tiene una duración inicial de dos años, sujeta a evaluación. Si el beneficiario cumple con todos los requisitos y sigue progresando, podrá renovarse. “La idea es que esta prueba piloto funcione y nos permita crecer. Para 2026, queremos otorgar cuatro becas nuevas, una por cada escuela secundaria de San Javier”, adelantó Cabral.
El municipio, a través del área de Desarrollo Humano, cumplirá un rol clave en el análisis de las situaciones familiares, y las escuelas aportarán su experiencia en orientación vocacional y acompañamiento académico. Además, desde las instituciones educativas destacaron el entusiasmo de los estudiantes ante esta posibilidad, que les permite ver su futuro universitario como algo posible y alcanzable.
La directora Norma Siviero concluyó: “Muchos de nuestros alumnos vienen de zonas rurales, con padres sin empleo fijo, y no tienen los medios para irse a estudiar. Esta beca es una luz de esperanza para ellos. León se lo merece, es un ejemplo, y nos da fuerzas para seguir acompañando a nuestros chicos en sus sueños”.
Con esta acción concreta, la Cooperativa de San Javier demuestra que las instituciones locales pueden ser protagonistas en la transformación social, generando oportunidades reales para el desarrollo educativo y humano de sus jóvenes. Una apuesta al presente y al futuro de la comunidad.