Se prohibieron dos aceites de oliva falsos: cuáles son y por qué representan un riesgo
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió la elaboración, fraccionamiento y comercialización de dos marcas de aceites de oliva que circulaban en el mercado con registros sanitarios inexistentes. La medida alcanza tanto a la venta física como a las plataformas online.
Se prohibieron dos aceites de oliva falsos: cuáles son y por qué representan un riesgo
La decisión fue publicada este lunes en el Boletín Oficial y afecta a los productos “Aceite de oliva extra virgen marca Morando Premium” y “Aceite de oliva virgen extra marca Estancia Olivares”, ambos denunciados por exhibir en sus envases números de registro apócrifos.
Según el organismo, estos aceites no cumplen con la normativa alimentaria vigente y representan un riesgo para la salud de los consumidores, además de constituir un fraude comercial.
Estos aceites no cumplen con la normativa alimentaria vigente
Aceites apócrifos y registros inexistentes
La investigación se inició a partir de consultas realizadas por particulares al Instituto Nacional de Alimentos (INAL), dependiente de la ANMAT. Los consumidores habían detectado irregularidades en las etiquetas de los productos, lo que motivó la intervención del organismo.
En el caso de Morando Premium, se trataba de un aceite rotulado como “extra virgen, primera prensada en frío, peso líquido 500 ml, con fecha de envasado 19/07/2024 y vencimiento 19/01/2026”.
Sin embargo, al verificar la información con la Dirección de Calidad Alimentaria de la Provincia de Catamarca, se constató que tanto el Registro Nacional de Establecimiento (RNE) como el Registro Nacional de Producto Alimenticio (RNPA) que figuraban en el envase eran inexistentes
Algo similar ocurrió con Estancia Olivares, presentado como un aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío, en envases de 2 litros y con supuesta procedencia en Mendoza. Allí también se descubrió que los números de RNE y RNPA no estaban habilitados y que, por lo tanto, el producto era falsamente rotulado
Frente a estas pruebas, el Departamento de Vigilancia Sanitaria y Nutricional de los Alimentos del INAL emitió alertas en el Sistema de Información de Vigilancia Alimentaria (SIVA) y catalogó ambos casos como productos apócrifos.
El consumo de productos falsamente rotulados puede implicar desde riesgos sanitarios
La resolución de ANMAT
Las disposiciones 7214/2025 y 7215/2025, firmadas por la administradora nacional de ANMAT, Nélida Agustina Bisio, establecen la prohibición total de la elaboración, fraccionamiento y comercialización de estos aceites en todo el país. La medida también se extiende a las plataformas de venta online, un canal que se volvió central en la distribución de alimentos en los últimos años.
Además, la resolución aclara que no solo quedan prohibidos los lotes específicos investigados, sino cualquier producto que exhiba los mismos números de registro falsos. En el caso de Morando Premium, los números cuestionados son RNPA 03001163-5 y RNE 03000150; mientras que para Estancia Olivares se trata de RNPA 13496730 y RNE 13310522.
Según la normativa, al no poder identificarse de manera fehaciente su origen ni su establecimiento de producción, estos aceites no pueden ser elaborados ni comercializados en ningún punto del país.
El hallazgo refuerza la importancia de que los consumidores verifiquen siempre que los alimentos cuenten con registros oficiales. Los números de RNE y RNPA garantizan que el producto haya pasado por controles de calidad y seguridad alimentaria.
En paralelo, ANMAT recomendó a los comercios y distribuidores cesar de inmediato la venta de estos aceites y retirarlos de góndolas y depósitos. La medida busca evitar que más personas los adquieran sin conocer su origen real.
Especialistas en control alimentario señalan que el consumo de productos falsamente rotulados puede implicar desde riesgos sanitarios —por no respetar procesos adecuados de elaboración, higiene y conservación— hasta un fraude económico, ya que los consumidores pagan por un producto que no cumple con las condiciones que promete.