En una semana exacta, Tomás Maximiliano Miño, un joven de 24 años con antecedentes penales, fue condenado dos veces por delitos contra la propiedad. La última sentencia se dictó el pasado martes 19 de agosto mediante un juicio abreviado, en el que se lo declaró reincidente y se unificó la pena en tres años y dos meses de prisión efectiva.
La reciente condena fue solicitada por la fiscal Rosana Peresin, con el patrocinio para Miño del defensor particular Iván Leguiza. La audiencia, realizada ante el juez Luis Octavio Silva, fue a raíz de un intento de robo ocurrido el 14 de agosto, cuando Miño fue sorprendido dentro de una vivienda ubicada en Avenida Gorriti al 3700.
La última condena la dictó el juez Octavio Silva. Foto: ArchivoSegún la investigación, ingresó junto a dos personas aún no identificadas (una mujer adulta y una menor) tras violentar una puerta de hierro y vidrio. Dentro del domicilio, fueron sorprendidos por el dueño de casa, a quien agredieron físicamente a golpes de puño.
Mientras las acompañantes lograron huir, Miño fue reducido por la propia víctima a metros del lugar y entregado al personal del Comando Radioeléctrico que había sido alertado por un llamado al 911 a las 3:49 de la madrugada.
Por este hecho, se le atribuyó el delito de robo en grado de tentativa en calidad de coautor, y recibió una pena de dos meses de prisión efectiva.
Condena previa
Este hecho ocurrió apenas 48 horas después de haber recuperado la libertad, tras ser condenado el martes 12 de agosto por otros cuatro hechos delictivos cometidos entre enero y agosto de 2025, mediante un acuerdo de juicio abreviado celebrado entre el fiscal Agustín Nigro y el defensor Héctor Acuña.
La jueza Rosana Carrara, del Colegio de Jueces de la 1ra Circunscripción, le impuso en esa ocasión una pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional, con reglas de conducta.
El 12 de agosto la jueza Carrara condenó a Miño por primera vez. Foto: El LitoralLos hechos por los que fue condenado en ese expediente son los siguientes:
11 de enero de 2025: ingresó a la Escuela de Formación Integral Nº 2111 (Av. Peñaloza 8408, esquina Gorriti) tras romper el tejido perimetral, y robó una carretilla, varillas de hierro, un regulador de gas y una polea.
3 de marzo: intentó robar cables del alumbrado público en Regimiento 12 de Infantería al 3800, pero fue ahuyentado por un vecino que lo sorprendió y llamó al 911.
10 de julio: ingresó a una casa de calle Dr. Zavalla al 3200, rompiendo rejas y puertas, y se llevó electrodomésticos y ropa de cama. Fue detenido junto a una mujer en las inmediaciones.
6 de agosto: participó en un robo en JR Méndez al 600, donde sustrajeron una cámara digital, GPS, un celular, una campera y alrededor de $300.000. La mujer que lo acompañaba fue atrapada en los techos, y Miño fue detenido con posterioridad.
Efectivos del Comando atraparon a Miño por una llamada al 911. Foto: El LitoralTodos estos delitos fueron calificados como robo en grado de tentativa; robo calificado por efracción; robo simple; y robo calificado por escalamiento en tentativa, en concurso material.
Pena unificada
Dado el nuevo hecho delictivo cometido a las pocas horas de haber recuperado la libertad, el tribunal consideró la reiterancia y reincidencia de Miño, así como sus antecedentes condenatorios ante el Registro Nacional de Reincidencia, para unificar ambas causas en una pena única de tres años y dos meses de prisión efectiva.