Santa Fe fue la segunda provincia con más accidentes aéreos en 2018

Santa Fe fue la segunda provincia que registró más accidentes aéreos durante todo el 2018 y la única que tuvo dos siniestros fatales. Cinco de los 38 incidentes tuvieron como escenario el territorio santafesino, sólo superado en cantidad por Buenos Aires, con 11.

Los datos surgen del relevamiento diario que realiza la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) que depende del Ministerio de Transporte de la Nación y que se encarga de determinar las causas de los accidentes e incidentes ocurridos en ámbito de la aviación civil y, además, recomendar acciones eficaces para evitar su recurrencia.

En base a las estadísticas recogidas, la tercera provincia con más accidentes fue Mendoza, con cuatro. Luego, le siguieron Entre Ríos, Chubut y Córdoba con tres.

Accidentes aéreos
Infogram

Uno de los datos más sorprendentes del balance anual en materia de accidentes aéreos es la cantidad de víctimas fatales registradas (17). Esto se debió a que no sólo hubo casos individuales, sino que también ocurrieron sucesos con múltiples muertos.

En Santa Fe

El primer siniestro del 2018 en la provincia de Santa Fe ocurrió el 10 de enero en la zona rural de Colonia San José, a unos 25 kilómetros al norte de la ciudad de San Javier.

Una Aeronave Weatherly 620A se encontraba realizando trabajos de fumigación en campos sembrados de arroz, cuando por una falla técnica cayó a tierra. Pedro Marcelo Aguirre, el piloto de 42 años oriundo de Colonia Francesa, resultó lesionado y fue derivado a un centro de alta complejidad de la capital provincial donde pudo recuperarse.

El segundo accidente se registró el 22 de febrero en la zona rural de Máximo Paz, en el departamento Constitución.

Una aeronave Peper Pawnee se precipitó violentamente en un lote de soja y comenzó a prenderse fuego. El piloto Germán Pacce alcanzó a salir antes de la combustión, aunque sufrió lesiones de consideración.

En tanto, el 9 de junio se llevaron un verdadero susto los tripulantes de un avión que sufrió una rotura en el eje de la rueda delantera cuando estaba aterrizando en el Aeroclub de Casilda, en el sur de la provincia.

Afortunadamente, los miembros de la tripulación que estaba realizando un entrenamiento no sufrieron heridas de consideración.

El cuarto de los casos fue el que se cobró a la primera víctima fatal en suelo santafesino durante 2018. El siniestro ocurrió el 16 de junio en el Aeroclub de Esperanza, sobre la Ruta Provincial N° 70.

Fiorella Olivieri de 26 años sufrió un grave accidente durante el aterrizaje de un planeador Icaro que se clavó de punta y terminó dado vuelta. Tras dos días internada en el hospital José María Cullen, la jóven piloto no se pudo recuperar de las heridas y falleció.

En tanto, a fines de septiembre tuvo lugar uno de los siniestros más resonantes del año, en el que perdió la vida el joven piloto de Turismo Carretera Juan Marcos Angelini.

"Tati" de 31 años estaba piloteando un avión acrobático que había adquirido recientemente cuando se estrelló en las cercanías del hangar de su familia en Carreras, una localidad ubicada a la vera de la Ruta Provincial 90, a 280 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.

Además de su reconocida trayectoria en el automovilismo, el santafesino era también piloto aeronáutico y había realizado acrobacias en algunas ocasiones para animar carreras.

En el país

Además de los dos accidentes fatales que se registraron en la provincia de Santa Fe, durante 2018 en el territorio argentino ocurrieron otros cinco siniestros que se cobraron vidas.

El caso que más víctimas lamentó ocurrió el 8 de abril entre las localidades de Quemú Quemú y Pellegrini de La Pampa, al límite con la provincia de Buenos Aires. En el incidente fallecieron los cinco tripulantes del avión.

Se trataba de un grupo de amigos, de entre 37 y 42 años, oriundos de localidad bonaerense de San Vicente que volvían de pasar un fin de semana en Mendoza.

Tan sólo dos días después, otra tragedia sacudió al país. Una aeronave de pequeño porte cayó cerca de la localidad tucumana de El Naranjito y murieron sus cuatro ocupantes.

El bimotor se precipitó en una zona montañosa a poco de despegar, por lo que la aeronave estuvo desaparecida por varias horas.

Otro de los sucesos que llamó la atención de los medios de comunicación fue el accidente que tuvo lugar el 22 de abril en la estancia La Adela de Península Valdés, en Chubut.

En la aeronave que partió de Trelew viajaban cuatro personas. Por la violencia del impacto, dos mujeres murieron calcinadas en el momento. Uno de los dos hombres, el copiloto, sufrió quemaduras de consideración de las cuales no se pudo recuperar.

En tanto, el joven piloto, a pesar de las heridas, caminó siete kilómetros para dar aviso a las autoridades y pedir ayuda para las otras tres personas que viajaban con él. Tras cinco meses internado, Lenard Ibáñez se pudo reponer de las quemaduras en el 30% del cuerpo y dificultades en las vías respiratorias.

Por otra parte, el 21 de agosto un instructor de vuelo y su alumno fallecieron al caer la avioneta en la que viajaban en la localidad de Lozada, situada 40 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba.

Una falla en el motor de la avioneta de dos plazas fue la causante del siniestro que terminó con la vida del hombre de 27 años y el joven de 20.

En septiembre, a tan sólo 48 horas del accidente del corredor de autos Juan Marcos Angelini en la localidad santafesina de Carreras, la muerte de otro piloto enlutaba el automovilismo nacional.

Néstor Heguy, de 63 años, que supo correr en el TC de la Comarca, murió luego de que la nave que comandaba sufrió un desperfecto mecánico y cayó al suelo en la localidad de Villalonga, al sudeste de la provincia de Buenos Aires.

Más víctimas fatales que en 2017

En total durante todo el 2018 se registraron 17 muertes a causa de distintos accidentes aéreos, tres víctimas más que en 2017. Cabe mencionar que la cantidad de fallecidos fue superada en agosto, cuando aún restaba un cuatrimestre del año.

Los números publicados en la página web de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) dan un promedio de casi dos muertes por mes y significa un aumento del 21% entre un año y el otro.

Por otra parte, el 18% de los accidentes fueron fatales, ya que siete de 38 terminaron con alguno de los tripulantes muertos. En tanto, ocho de las aeronaves involucradas en los siniestros resultaron destruidas en su totalidad.