D4: un contador arrepentido complicó a los exjefes de la Policía de Santa Fe
Se trata de quien ejercía como “habilitado”, realizaba los pagos por las facturas truchas y, según sostuvo en su declaración, entregaba los sobres con el “retorno” a Grau y Odriozola.
D4: un contador arrepentido complicó a los exjefes de la Policía de Santa Fe
La segunda semana del juicio contra los exjefes de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau y Omar Odriozola, comenzó con las declaraciones de algunos arrepentidos: personas que formaron parte de la organización criminal que defraudó al Estado y decidieron aportar información relevante sobre quienes son acusados de haberlos liderado.
Este lunes dos ex habilitados de la jefatura provincial, Raúl Alberto Patriarca y el contador Ariel Hernán Villanueva, y el exjefe del Departamento de Logística (conocido como D4), José María Leiva, se presentaron en los tribunales de Santa Fe. En sus declaraciones se refirieron al ardid mediante el cual facturaron al Estado provincial reparaciones de móviles policiales que fueron inexistentes.
Omar Odriozola y Rafael Grau son juzgados como jefes de asociación ilícita. Foto: Flavio Raina
Los tres fueron condenados mediante juicios abreviados en el transcurso del complejo proceso judicial, que inició en 2016 y llegó al debate el pasado jueves. El tribunal conformado por los jueces Celeste Minniti -presidenta-, Cecilia Labanca y Sebastián Szeifert será el encargado de definir el futuro procesal de Grau y Odriozola, para quienes la fiscalía pide condenas a 9 años de prisión efectiva.
Ocurría "desde hace mucho tiempo"
El contador Villanueva recordó que fue designado como habilitado en abril de 2015, y que siguió en el puesto hasta su detención en septiembre de 2017. Describió su función como el encargado de "abonar los gastos necesarios para el normal funcionamiento de la Jefatura de Policía".
Ante una pregunta de los fiscales Ezequiel Hernández y Bárbara Ilera, mencionó: "Cuando llegué a la Habilitación, me di cuenta que la cosa no era tan buena ni tan linda como yo pensaba", "había reparaciones que se realizaban, y había ciertas facturas por bienes que no se recibían y servicios que no se prestaban".
Los jueces Labanca, Minniti y Szeifert.
Villanueva indicó que tras su designación, tuvo una reunión con el entonces jefe de la policía, Omar Odriozola, quien "me comentó que existía una situación particular, que ya se venía dando de hace mucho tiempo, con un proveedor, Facundo Testi, que en realidad era un proveedor dividido en varios".
Fue entonces que el contador se enteró que "para vulnerar las partidas de Gastos de Funcionamiento de la policía, que tienen ciertos requisitos, con un solo proveedor no bastaba. El que diseñó esto lo hizo de forma tal de tener varios proveedores para poder hacer más facturas". Por eso "Testi tenía prestanombres que trabajaban para él" y se hacían pasar como dueños de talleres o comercios.
Según el arrepentido, Odriozola le dijo que se quedara tranquilo, que él y Testi "ya habían trabajado juntos". Luego, "el jefe me dijo que mi predecesor me iba a explicar los detalles", y así fue. Patriarca, quien había ocupado su lugar, "me comentó cómo venía la mano, cómo se desarrollaba la administración para que quedara todo lo más prolijo posible y no hubiera ningún tipo de reclamos".
Un sobre con dinero
Los pagos se hacían a través de cheques que eran firmados tanto por el habilitado como por el jefe policial. "Testi retiraba los cheques y cobraba", y luego "entregaba un sobre cerrado al jefe de policía". En algunas oportunidades "me lo ha dado a mi, y yo lo llevaba".
Villanueva recibía una comisión, que a veces le era otorgada en el acto cuando entregaba el sobre a la autoridad: "se abría y ahí mismo me daban el dinero". Su parte eran $8.000, monto que se estima correspondía con un 10% del total del dinero que había en el sobre.
El modus operandi "nunca se modificó, ni cuando yo ingresé ni cuando se transmitió" la jefatura de Odriozola a Grau. "Yo tuve mi entrevista con Grau, hablé de este tema con él y me comunicó que todo seguía igual", recordó el contador.
Villanueva también dijo que los dos ex comisarios, que actualmente están sentados en el banquillo de los acusados, tenían "muy buena relación", con Testi.
Una reunión entre los "involucrados"
Por último, el contador arrepentido recordó que "el primer cimbronazo que se tuvo fue mediante un allanamiento al Departamento de Logística", ocurrido en mayo de 2016, en el que se secuestraron elementos clave para la investigación.
Entonces, la causa estaba en manos del fiscal Roberto Apullán. La misma inició con una presentación de Maximiliano Pullaro, quien estaba al frente del Ministerio de Seguridad y señaló que la información había llegado de forma anónima.
El gobernador Maximiliano Pullaro fue el primer testigo en declarar en el juicio. Foto: Flavio Raina
El día después del allanamiento, Villanueva aseguró haberse reunido con Testi, Grau y Leiva. "Al otro día tuvimos una reunión los involucrados", dijo. Dicho encuentro se produjo "en un bar de bulevar Gálvez, cerquita de la Estación Belgrano". Testi, que declaró el viernes, dijo lo mismo.
Leiva, quien era jefe del D4, tuvo una versión diferente. Dijo que Villanueva lo citó al bar, pero que lo interceptó antes de que llegara, "me llevó a su auto y después llegó Grau". "Villanueva quería que yo firmara unos certificados, se los pedí para llevar a mi casa y leerlos tranquilo pero me dijo que no, así que me fui". "Los dos me pedían que firmara", aclaró.
Según el contador, se trataba de pedidos de reparaciones que ya habían sido facturadas pero que formalmente requerían la firma del jefe del D4 antes de su realización.
El juicio continuará el martes con más testigos. Si bien está previsto que culmine a mediados de junio, fuentes judiciales indicaron que podría acortarse.