Facundo Farías, el pibito de los 10 palos verdes al que lo quieren hasta de la Premier

Los tiempos en el fútbol van cambiando, como en la vida misma. Antes, sólo se iban a jugar a Europa los "top", después el mercado se amplió pero había paises casi "impenetrables" (uno de ellos era Inglaterra, al punto que Ardiles y Villa eran una "isla" para el fútbol argentino) y ahora, desde Europa se los busca cada vez más jóvenes. Conclusión: no es necesario tener una gran cantidad de partidos en Primera, los tiempos se han acelerado y lo que antes era una posibilidad para pocos y a los 23 o 24 años, ahora es el "manjar" que tienen los chicos que recién arrancan y que con 18 o 19 años empiezan a ver cómo sus nombres comienzan a repiquetear en clubes europeos.

Es el caso, en Colón, de Facundo Farías. Hoy, con 18 años (cumple los 19 en agosto de este año), su representante -Martín Sendoa- tiene en sus manos el interés de clubes de España, Italia, Portugal y "uno muy importante de la Premier League de Inglaterra", además de uno de los grandes del fútbol argentino. Sabe que hay una cláusula de rescisión que se firmó con el club y que "obliga" a acercar una oferta que no debe ser menor de 10 millones de dólares. Hay un obstáculo: Farías no tiene pasaporte comunitario, algo que en Europa quiere decir mucho. Pero ya ha sido convocado a selecciones juveniles y sus actuaciones comienzan a golpear fuerte en el escenario futbolero nacional. Y por lo visto, también en el internacional.

Domínguez vio sus condiciones, pero también sus pequeños pecados de juventud. Iba a viajar y a ser titular contra Central Córdoba en Santiago del Estero, en el comienzo de esta Copa, pero no cumplió con algunos requerimientos profesionales del entrenador. ¿Qué hizo?, lo bajó del micro. Fue un tirón de orejas muchas veces necesario, como para entender que es muy lindo todo lo que rodea al jugador, pero así como están los derechos, también hay que cumplir con las obligaciones.

La historia indica que así como Farías terminó siendo jugador de Colón, podría haberlo sido de Unión. Jugaba en Corinthians y cuando el club se disolvió, algunos entrenadores que se fueron a Unión quisieron llevárselo. "¿Sabés qué pasa?, que Facundo es fanático de Colón, por eso no había casi chances", cuenta Darío Duarte, que fue un poco el "descubridor" de Farías, el técnico que lo llevó a Colón cuando él -que hoy dirige la 2008 y la 2010 en Liga- se fue también de Corinthians a Colón.

"Mi historia con Facundo es muy especial, porque yo soy de Paraná y a él lo tratamos en su momento de una manera muy especial. Viene de un hogar humilde, pasaba mucho tiempo con mi familia y ocurrieron un par de cosas, tanto en la vida de él como en la mía, que nos unieron todavía más. Cuando él estaba en Corinthians, sufrió la pérdida de su mamá. Lo sufrió mucho, porque era muy chiquito. Recuerdo que estábamos jugando El Valesanito cuando pasó eso y lo tuvimos que contener mucho. Y yo perdí un hijo, más o menos por aquél entonces, que tenía 18 años y esas cosas nos tocaron mucho a los dos. Y bueno, no me costó mucho trabajo convencerlo para que se venga a Colón", cuenta Darío Duarte, el hombre que admite haberlo puesto de "8" cuando lo dirigía, "pero pidiéndole que llegue mucho al área rival y que marque goles. Y Facundo lo hacía muy bien, ya pintaba para crack... Y ahora lo 'gasto' un poco cuando erra algún gol, pero yo sé que van a venir y serán muchos".

Los tiempos que se viven con esta pandemia y a nivel mundial, van en detrimento de las arcas de las instituciones. Los ricos ya no son tan ricos y algunos que tenían una interesante "cuenta bancaria" ahora cuentan menos billetes. ¿Podrá algún club pagar los 10 palitos verdes de su rescisión?, quizás en este momento sea complicado asegurarlo y hasta pensarlo. La gran pregunta, en todo caso, es qué podría suceder si llega una oferta menor pero igualmente tentadora. Por Vigo, por ejemplo, Colón quería 5 millones de dólares, pero se terminó vendiendo la mitad y por 2 millones más la llegada de Ferreira. Hoy no vuelan fácilmente los billetes, aún en las grandes instituciones. Es cierto que los montos que se manejan en Europa superan con amplitud y resultan incomparables con los que se ponen sobre la mesa en el mercado local. Pero que el nombre de Facundo Farías suene tanto y con ofertas que, según se admite desde su representación, son firmes, se convierten en una gran tentación, para él y para la institución.