Pedro Eusebio, junto a Carlos Marín y Rubén Moncagatta, fueron los dirigentes sabaleros que junto al presidente Germán Lerche acompañaron a la delegación desde temprano el sábado en el Nuevo Gasómetro. Todos andaban, en la previa, a las corridas: en el caso de Eusebio, para poder hacer ingresar al estadio a las categorías inferiores de AFA que habían jugado en Buenos Aires y querían ver el partido de Primera. En cuanto a Moncagatta, coordinando los detalles del micro del plantel y la salida de Mohamed.
Se pudo averiguar que Colón realizó una compra de 300 balones para las divisiones inferiores (100 para las propias y 200 para los convenios) y que ya llegaron a Santa Fe dos jóvenes futbolistas peruanos, como parte del acuerdo con los clubes del país hermano. Se alojarán en la pensión y serán probados por los técnicos sabaleros.
En las amplias tribunas del Nuevo Gasómetro, Colón estuvo acompañado por unos 500 simpatizantes, cuyas banderas más notorias inscribían: “Colón es Santa Fe”; “Sabaleros en Rosario”, “Esperanza”; “Fidelidad Eterna”; “Belgrano” y “Chapa Rincón”, entre otras varias. Además, se lo pudo ver al popular “Lechuga” con su atuendo pero ya sin el loro.






























