Sergio Martínez defenderá esta noche la corona de los medianos del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) ante el inglés Martin Murray, en una megacartelera a realizarse en el estadio de Vélez Sarsfield, que marcará un antes y un después en el pugilismo nacional. El argentino realizará la primera defensa de su segundo reinado en la categoría que engalanó el inolvidable Carlos Monzón, tras reconquistar la corona en septiembre pasado al ganarle por puntos al mexicano Julio César Chávez Jr., en Las Vegas. Enfrente tendrá un adversario más joven y hambriento de gloria como Murray, su retador, que también es titular interino de los medianos pero para la AMB (Asociación Mundial de Boxeo). Ambos pugilistas superaron sin inconvenientes el ritual del pesaje, muchas veces un “karma” para el boxeador. Martínez registró 72.300 kilos, en tanto Murray pesó 100 gramos más.
La cartelera, que tiene previsto comenzar a las 17.20 y se extenderá hasta alrededor de la medianoche, será matizada por un show artístico, al estilo del Superbowl americano, que incluirá la presentación del cantante de Calle 13, René Pérez; del grupo Bajofondo de Gustavo Santoalalla, del DJ Zuker, y el plus de un homenaje a los grandes campeones argentinos.
Esta auténtica fiesta del boxeo será televisada desde distintos horarios por la Televisión Pública-Canal 7; la señal de cable TyC Sports, y la cadena de televisión HBO. La frutilla del postre será la presencia del célebre anunciador estadounidense Michael Buffer, una marca registrada con su “¡Let‘s get ready to rumble...!”, que llama a la acción.
Semejante marco explica que volaran las entradas que oscilaban entre 100 y 5.000 pesos para redondear una taquilla de alrededor de 20 millones de pesos, a tono con el fenómeno que significa “Maravilla” para el boxeo nacional, y que hizo triplicar el número de matrículas solicitadas, según el propio presidente de la FAB (Federación Argentina de Box), Osvaldo Bisbal.
Frente a frente
Desde su arribo desde Madrid, donde pasa la mayor parte del año, “Maravilla” declaró que llega con “la mejor respuesta física de su carrera” y que “su preparación es muchísimo mejor que para la pelea con Chávez junior”, cuando se alzó nuevamente con una corona que le quitaron en un escritorio. Pero alguna duda se cierne en el horizonte, porque el campeón ya tiene 38 años y su cuerpo comienza a evidenciar lo extenso de su exitosa carrera, a lo que hay que sumar la fisura en la mano izquierda que sufrió en la pelea con Chávez junior y la artroscopía de rodilla derecha a la que fue sometido el año pasado en España.
No de casualidad su entrenador, el cordobés Pablo Sarmiento, aseguró que su pupilo “no tiene que volver a combatir este año porque le exigió demasiado a su cuerpo”, pese a que es sabido que firmó un contrato con la empresa HBO por tres peleas, dos este año y otra en 2014. Queda así planteado el interrogante de cuándo el almanaque le pasará factura por sus casi 16 años como boxeador rentado, tanto o más que la oposición que puede significarle Murray, ocho años más joven y con 10 temporadas menos de fajarse en un ring.
El británico está lejos de la técnica y de la inteligencia del argentino, y mucho más de su madurez boxística, esa que otorgan la categoría de los rivales y no los documentos de identidad. Murray apenas tuvo al serbio-alemán Felix Sturm (empató en diciembre de 2011) como un oponente top, y al venezolano Jorge Navarro (KOT 6 en noviembre pasado) como un rival primera serie.
No mucho cuando se observa que Martínez se vio las caras arriba de un ring con los estadounidenses Paul Williams (dos veces) y Kelly Pavlik, y el puertorriqueño Kermit Cintron. Y que salió airoso ante boxeadores que estaban un peldaño más abajo pero que daban la talla, como el mexicano Saúl Román, el congoleño Alex Bunema, el ruso Sergey Dzinziruk y el apuntado Chávez junior.
Un factor determinante puede ser la fortaleza mental y no en vano “Maravilla” le puso énfasis a la inteligencia como factor decisivo para la definición del combate, amplificado por la motivación que significa volver a pelear en Argentina luego de once años (febrero de 2002, victoria sobre Francisco Mora) pero con una concurrencia multiplicada. Vencer a Murray y los fantasmas de las lesiones será entonces la premisa del argentino, favorito para retener la corona y encarar la etapa final de su carrera.































