El Litoral
Este miércoles soplará las velas en una de sus residencias millonarias que tiene por el mundo. Según la revista Forbes su fortuna asciende a 24.200 millones de dólares.

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Hannes Breustedt - DPA
A punto de cumplir 85 años este miércoles, Geoge Soros es una de las grandes figuras más exitosas pero también más controvertidas del mundo financiero. Como administrador de hedge funds ha especulado en contra de economías, como filántropo dedica enormes cantidades a fines benéficos y no deja de inmiscuirse en el debate político.
Según la última valoración de la revista "Forbes", la fortuna de Soros asciende a 24.200 millones de dólares, lo que le sitúa en el puesto 29 en la lista de las personas más ricas del mundo.
Soros nació en Budapest en 1930 y emigró en 1947 a Reino Unido y en 1956 a Estados Unidos.
Una de sus propuestas que más revuelo provocaron en los últimos tiempos es la de que debería ser Alemania, y no Grecia, quien abandonase la zona euro para que esta se salvase.
"Europa ahorra hasta destrozarse, en lugar de hacer algo por el crecimiento", afirmó en 2012, cuando la crisis europea se agravaba aún más. En su opinión, los culpables de ello eran los "burócratas del Bundesbank" (el Banco Central alemán) con su manía por la estabilidad y el orden.
Aunque las opiniones del multimillonario siempre encuentran eco en la opinión pública y sus consejos parezcan a veces razonables, las palabras de Soros raramente tienen peso.
Soros tiene una imagen de estratega especulador, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta los hitos sobre los que se basa su fama como inversor.
En 1992 especuló con éxito contra la libra esterlina y consiguió una fortuna mientras Reino Unido cedía ante la presión de los mercados y sacaba a su moneda del sistema europeo de tipos de cambio fijo. Soros hizo historia como "el hombre que tumbó al Banco de Inglaterra".
Durante décadas logró réditos de ensueño con su hedge fund y se le considera como uno de los inversores más exitosos del mundo.
El doble juego de Soros queda claro sobre todo en lo que se refiere a Europa. Por un lado está el hombre de negocios que siempre busca beneficios. Y por otro el hombre de mundo sabio al que le gusta dar consejos a los gobiernos. Así, en ocasiones elucubró sobre las inversiones en Grecia o en bancos en la zona euro, para después mostrarse escrupoloso y apuntar que Europa podría hundirse debido a intereses individuales y a la falta de apoyo a los países endeudados.
El propio Soros aseguró una y otra vez que apenas le interesa el dinero y queda claro que desea mucho más ser tomado en serio en el campo de la filosofía. Pero a pesar de los muchos libros que salen al mercado con sus reflexiones -muchas veces realmente abstractas-, Soros no consigue emular como autor su éxito de especulador.
Al contrario, en los círculos filosóficos se burlan de su "teoría de la reflexividad", con la que intenta nada menos que explicar el mundo. Su intento de labrarse un nombre como filósofo y teórico cosechó por ahora poco éxitos, pero por lo que sí es conocido, como muchos otros multimillonarios estadounidenses, es por sus donativos.
Soros valora mucho sus raíces europeas y a principios de los años 90 decidió dedicar su fortuna a labores humanitarias en el antiguo bloque del este. Pero sus donativos no se limitan a esa parte del mundo y cada año dedica miles de millones a distintas organizaciones.




