El equipo pasó demasiados problemas para derrotar al campeón africano y marcó el único gol del partido en el minuto 37. Una gran jugada de Rodrigo Palacio, que concluyó Cardozo fue el pasaporte directo a la final.
Boca jugó los últimos 25 minutos en inferioridad numérica por expulsión del colombiano Fabián Vargas, que recibió su segunda tarjeta amarilla por una entrada sobre Mahdi Bendhiffallah.
La final será el domingo contra el vencedor de la segunda semifinal, que disputarán el jueves en Yokohama el AC Milán italiano y el Urawa Red Diamonds japonés.
El que pega primero...
Miguel Angel Russo, el técnico de Boca Juniors, había advertido que su equipo debía aprovechar las pocas oportunidades que contase ante un equipo que se defiende bien, y sus jugadores le hicieron caso.
A Boca Juniors le costó romper la tela de araña construida por la nutrida defensa tunecina, que aplicó la misma concentración atrás que le había dado tan buenos resultados en cuartos de final contra el Pachuca, ante el que había esperado su oportunidad para ganar por 1-0 con un gol a los 85 minutos.
Pero el equipo argentino, que no había creado peligro hasta el gol, aprovechó la primera oportunidad que tuvo, a ocho minutos del final del primer tiempo, cuando Cardozo recibió un centro de Palacio y lanzó un disparo alto y cruzado, que luego descansó en la red.
La jugada había nacido con una buena combinación de Martín Palermo, quien habilitó a su izquierda, al primer toque y de espaldas, a Rodrigo Palacio, en una posición cerca del off side. El jugador metió la pelota entre Saberu Frej y Moussa Narry, para que Cardozo rematara.
Pero los tunecinos pudieron haber empatado antes del descanso con un disparo cruzado de Amine Chermiti en el minuto 43, tras un centro de Mohamed Ali Nafkha, que el arquero Mauricio Caranta salvó milagrosamente con un despeje con su mano izquierda.
Uno y uno
En el segundo tiempo, Palacio siguió mostrándose muy incisivo por la izquierda y en el minuto 53 casi sorprende al portero tunecino al conectar un cabezazo al rematar una pelota que se iba por la línea de fondo. Aunque el equipo tunecino también tuvo su oportunidad poco después para empatar con un cabezazo, que se marchó fuera, del capitán Saif Ghezal.
Antes y después de la expulsión de Fabián Vargas, el Etoile se mostró peligroso y prodigó sus aproximaciones al área de Boca Juniors, pero el equipo argentino pudo aumentar la diferencia en el minuto 76 con un cabezazo de Martín Palermo, tras un centro de Hugo Ibarra, que se marchó rozando el poste. Además, el árbitro danés no sancionó un penal favorable a Boca Juniors por un a falta dentro del área del uruguayo Alvaro González, en el minuto 80.
Pero sería el equipo tunecino el que gozaría de la última oportunidad, a un minuto para el final, cuando el caboverdiano Gilson Silva, remató de cabeza, con el portero argentino batido, y el balón pasó rozando el poste.
El campeón sudamericano buscará el domingo su cuarto título mundial, después de haber ganado tres Copas Intercontinentales, en un duelo en que su rival podría ser el AC Milán, si se cumplen los pronósticos.
Ese partido entre Boca Juniors y AC Milán serviría de revancha a la final que disputaron ambos equipos en 2003, con victoria argentina por penales.
AFP
































