El ex comisario Mario "El Malevo" Ferreyra recuperó ayer la libertad y aseguró que nadie podrá perjudicarlo porque no hace "nada ilegal" y sabe defenderse. "Hay gente interesada en promover estas acciones en mi contra y aprovechó esta situación para perjudicarme", le dijo Ferreyra y luego agregó: "No van a perjudicarme porque no hice nada ilegal y sé cuidarme solo". Ferreyra y su esposa María de los Angeles Núñez, fueron acusados de haber agredido a una vecina, Nélida del Valle Acosta de Pascual, en la localidad de San Andrés. Después de haber permanecido dos semanas prófugos, el ex comisario se presentó y quedó detenido por disposición de Herrera, quien solicitó la prisión preventiva. El fiscal Guillermo Herrera argumentó que "El Malevo" demostró tener conductas peligrosas, además de evadir a la Justicia, y por ende solicitó la prisión preventiva para el ex comisario. Además, destacó que en un allanamiento realizado en su casa se encontraron armas y municiones que, supuestamente, no podría tener una persona que está gozando de una libertad condicional. El pedido fue analizado por la juez Emna de Nucci, como subrogante del juez Alfonso que está en uso de licencia, y rechazó la prisión preventiva. Tras pagar la caución de 00 solicitada por la magistrado, Ferreyra recuperó la libertad. El bueno y el malo Ferreira se hizo conocido por liderar acuartelamientos policiales (1989 y 1990), de denunciar por corrupción a toda la cúpula de la institución (1991) y de fugarse cinematográficamente después de haber sido condenado por el asesinato de tres delincuentes (1993). Pero en su provincia, Ferreyra ya era el "Malevo" desde hacía varios años, para sus pares y para gran parte de los tucumanos, desde que comenzaron a trascender sus audacias como comisario en pequeños pueblos. Sus sueños militares se cumplieron en parte durante los años de la guerrilla, cuando terminó de ganarse su apodo, que nunca más abandonó. Hoy asegura que en esa época mató en un tiroteo al hijo del general Juan Carlos Alsogaray, entre otros muchos militantes del ERP. También fue en aquellos años que convirtió definitivamente en su uniforme la camisa negra y el sombrero blanco panamá, acorde con su estampa de "cowboy" del monte. Con el regreso de la democracia, su método de "amansamiento" -que para muchos era brutal, y para él, una "lucha inclaudicable contra la delincuencia"- lo hizo conocido en toda la provincia. En aquel tiempo cosechó dos acusaciones de asesinato y varias denuncias por apremios ilegales, que terminaron en sobreseimiento. Entre las muchas dotes que los tucumanos le admiran -en especial las mujeres-, la de "macho" es la que más fama le ha reportado. Fuente: Télam / El Litoral.com.































