Lara Fichera es una joven cantante, improvisadora y contrabajista platense, cuya formación en jazz y música clásica se fusiona con su raíz folklórica. Tras una instancia de búsqueda, terminó su primer disco “En el filo”. Se trata de una propuesta de jazz contemporáneo en formato trío, con Pablo Bianchetto en batería y Andrés Martínez en piano y teclado, que reúne cuatro obras musicales seleccionadas por la artista: “Inútil paisaje” de Tom Jobim, “Round Midnight” de Thelonious Monk, “The Peacocks” de Jimmy Rowles y “Wiegenlied” de Johannes Brahms.
El título del disco surgió de un poema de Lara. Foto: Vicente FicheraConsultada respecto a cómo conviven en un mismo disco compositores tan heterogéneos y por qué eligió las obras, Lara destacó en una entrevista concedida a este medio que la decisión se basó en que le gustan y a la vez la movilizan. “Después vinieron las preguntas y con ellas el conflicto: ¿Qué uniría estas obras? ¿Pueden tener una misma identidad? ¿Basta con que me gusten? Admito que este conflicto por la heterogeneidad del repertorio que deseo transitar siempre lo tuve y gracias a la grabación de ‘En el filo’ dejó de ser un problema”, indicó.
“El carácter lúdico, la visceralidad de las emociones expresadas en la voz, y el lenguaje jazzístico del trío, son algunos de los elementos que puedo nombrar cuando busco explicar esteticamente como se hilvanan las obras dentro del álbum. Sin embargo, es una convivencia heterogénea, las obras se ríen y discuten entre sí. Me gusta que así sea”, agregó.
En última instancia, y a modo de apreciación personal, resaltó que la identidad de cualquier expresión artística queda determinada por su fuente, quienes son las personas que se comunican a través de ella y cuanto lo hacen. “Los elementos estéticos que se vuelven patrones son la consecuencia. Felizmente estas reflexiones me llevaron a estar más cerquita de mi subjetividad. Como músicos, estudiamos y entrenamos sin parar, buscamos afuera y adentro, nombramos ‘lo bueno’ y ‘lo malo’; pero en la intimidad del hecho artístico volvemos al noble filtro de siempre: me gusta, no me gusta”.
Para el disco, decidieron realizar la grabación en una sesión en vivo. Sobre las motivaciones para este formato, Lara explicó que hay un lema que comparten con Andrés Martínez, amigo y talentoso pianista de mi álbum “En el filo”, desde que empezaron a hacer música juntos: “Cualquier cosa puede pasar en cualquier momento”. “Lo establecimos para invitarnos a estar flexibles y atentos valorando el momento presente. Muchas veces lo que aparece no coincide con nuestras expectativas estéticas, pero las puede incluso superar si estamos disponibles. Es un filoso desafío”, apuntó.
“En este álbum la espontaneidad es una guía que subyace a todas las demás sin ir en detrimento de ellas". Foto: Vicente Fichera“En este álbum la espontaneidad es una guía que subyace a todas las demás sin ir en detrimento de ellas, por eso, no me imagino haberlo grabado de otra forma. Grabar sonido e imagen, estando juntos en tiempo y espacio, fue una experiencia hermosa llena de adrenalina. Priorizar lo virtuoso de ese estado por sobre lo perfectible en las etapas de post-producción fue una elección afín con la propuesta del álbum. En cuanto a la rítmica grabar de esta forma, y no con un clip o un instrumento guía que ya grabó, propone por un lado, un desafío en la unión del groove y por otro organicidad en las fluctuaciones de tempo. En este sentido fue un lujo contar con Pablo Bianchetto en la batería, un ‘ingeniero del groove’. Sus miradas, respiraciones y toques; avisos en el momento justo ordenan y amalgaman la sensación rítmica”, agregó Fichera.
El título del disco surgió de un poema de Lara, que en uno de los versos señala: “terminar la música y no entender, no recordar. Solo el eco de un mensaje viajero, que ya partió y está lejos”. Una frase que se emparenta con la idea de libertad. “Creo que el álbum tiene varios momentos de libertad. Pero no es un valor absoluto, más bien es una búsqueda que incluso trasciende el álbum. Por ejemplo, la versión de ‘Round Midnight’ fue bastante especial, escuchamos el conocido aviso de: ‘grabando’, respiramos y entramos en ese estado de profunda conexión y libertad de principio a fin. No sabíamos si esto iba a pasar dentro del estudio. Terminó la música y fue como despertar, nos miramos con complicidad y asombro. Sabíamos que era la toma”, aseguró Lara.
“En el filo” es el nombre que, según precisó la cantante y contrabajista, encontró para ese estado que busca al momento de hacer música, en donde la vulnerabilidad es virtuosa. “Reconocí que no es un lugar fijo y acabado. Es un lugar pequeño y preciso, entre todos nuestros mundos creativos, no hay nada que esconder ni defender. Hacer de los sonidos que elegimos un regalo es la mejor de las brújulas”, puntualizó.
Lara se formó específicamente en jazz y música clásica pero a lo largo de los años amplió su formación en varios sentidos. Respecto a los universos sonoros sobre los cuales le gustaría indagar en el futuro, expresó que en ese sentido nada la limita el deseo de explorar. “Estoy empezando a indagar en el mundo de la composición y me llena de entusiasmo. En mi música quiero seguir explorando los horizontes de la expresión vocal. También, junto al maestro y querido guitarrista Néstor Gomez estamos abordando repertorio latinoamericano y folklórico pero llenándolo de improvisación y juego.
Paralelamente a su formación académica, a los 16 años Lara Fichera se encontró en una jam de jazz. Sintió que era la mejor oportunidad de crear música con otras personas. Foto: Juan Carlos BerdugoLara Fichera Trío es el grupo que la cantante formó junto a Andrés Martínez en piano y Pablo Bianchetto en batería en 2019. “Me siento plenamente agradecida y afortunada por los tremendos músicos que me acompañan en esta aventura. Durante la pandemia obviamente atravesamos cancelaciones de conciertos, postergación de proyectos pero el deseo de volver a compartir y sostener el grupo se mantuvo sólidamente intacto. Haber encarado la producción de ‘En el filo’ el año pasado y grabar ni bien pudimos encontrarnos, fue un gran impulso y a la vez una confirmación para el grupo. Estamos con muchas ganas de hacer conciertos, de presentar el disco por distintas partes del país y de seguir en la búsqueda filosa de ese ‘no sé qué’ de la música.