Luego de un año histórico, marcado por el lanzamiento de su nuevo disco “Nueve”, el regreso a Obras con un rotundo sold out y su primer tour europeo (que los llevó por ciudades como Madrid, Valencia, Málaga, Mallorca y Barcelona), y como comienzo de una nueva gira nacional, Massacre da inicio a “Viaje Astral 2+0+2+5=9”, a partir del número mágico que guía los destinos de la banda en este viaje.
El tour los llevará (además de Santa Fe) por Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy entre las ciudades ya confirmadas para el aterrizaje de la banda. La parada local será el próximo sábado 14 de junio desde las 21, en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572); las entradas están a la venta en boletería de Tribus y a través de Ticketway.
El Litoral encontró a Guillermo “Walas” Cidade, vocalista y referente de la banda (que completan Pablo “Tordo” Mondello en guitarras, Luciano “Bochi” Facio en bajo y coros, Federico “Fico” Piskorz en guitarra y sintetizador y Carlos “Charly” Carnota en batería) todavía aterrizando luego de varios meses fuera del país.
Viaje calculado
-El nombre de la gira incluye la suma de los dígitos del año, que además suma nueve, como el título del último álbum. ¿Cómo salió ese juego de la numerología?
-Seguimos con la numerología en relación al nueve, porque como el disco nuevo es el “Nueve”, seguimos jugando con eso y encontrándole nuevos significados.
-Eran nueve canciones a nueve años del disco anterior.
-Sí, aparte es el noveno disco de Massacre.
-Es un poco encuadrar a nuestro maestro Gustavo Santaolalla, que es el productor y toca en la canción (“Viaje astral”); en una experiencia de esas de cuando te dormís y tenés este experiencias que vas a otros mundos. En este caso digo que tuve un viaje astral y que fui a llevado a la madre de todas las energías; trasladado a todos los templos alineados (si vos te fijás en el mapa del mundo, todos los templos están alineados: las pirámides, los templos de Sudamérica, de Europa, de donde sea, todos tienen cierta alineación).
El tema nosotros lo hicimos, quedó en manos del productor Gustavo Santaolalla, y le dio el “espíritu Santaolalla” que tenía que tener.
Contacto directo
-¿Cómo viene siendo la recepción del tour en el interior del país, y cuál es la expectativa de volver a Santa Fe?
-Viene sensacional: estamos tocando en todos lugares buenísimos, en lugares nuevos incluso. El otro día en Neuquén, en un lugar nuevo que se inauguró hace poquito, que es impresionante: es como si fuera La Trastienda, pero más grande. Nosotros tenemos acá nuestro lugar casi de cabecera que es La Trastienda de Buenos Aires: es donde tocamos casi siempre, salvo cuando hacemos los shows extraordinarios en el Gran Rex o el Obras.
Y nos encontramos con este lugar inaugurado hace muy poco: muy buenos los camarines, el lugar, la convocatoria (lleno hasta las re pelotas). A pesar de la crisis que hay están buenísimos los shows, muy buena la gente.
-La gente sigue yendo a pesar de misiadura.
-A pesar de la misiadura la gente (dentro de lo que se puede) en cultura la gente larga un mango; en cultura, en gastronomía, en entretenimiento, en ese tipo de cosas.
-Más allá de la cuestión laboral, ¿qué lugar (así como para el público es importante eh estar ahí) ocupa para el artista ese vínculo directo con el público? En una época en que pareciera que todo pasa en una pantalla.
-Y bueno, por eso es el “en vivo”; por eso es el estar ahí dando la cara y dando el cuerpo. Esa es la magia que tiene: cuando vas y pagás una entrada para ver a un artista que a vos te gusta, uno de los beneficios que tenés es el volumen del sonido. Y otro es la cosa irrepetible de tener a los tipos parados frente a vos en un mismo ámbito, y tenerlos para vos tocando las cosas que por lo general escuchás en el disco en tu casa, o escuchás en Spotify.
Cuando voy a un lugar cerrado o un lugar abierto digo: “Estos tipos, mis ídolos, están en este momento conmigo”. Y el otro aspecto es el volumen: que suene fuerte, que te vuele la cabeza.
-La última vez que hablamos eh justamente no había salido “Nueve”, habían salido “Mariposa”, “Ella va” y “La cita”. ¿Cómo vivieron el lanzamiento del álbum y qué respuesta tuvieron con estas nuevas canciones de la gente?
-Las respuestas todas buenas. Siempre que digo es que yo siempre digo que el que no lo escuchó todavía. que escuchen el disco, y que nos escriban y nos digan a ver qué opinan. Y tenemos unas opiniones buenísimas, estamos recontentos. No sólo con las opiniones de la gente, sino las opiniones también de la crítica; pensá que el disco ya tiene dos nominaciones al Carlos Gardel: una por Mejor Álbum de Rock y la otra Mejor Productor para Santaolalla.
Entre amigos
El cuarto corte fue Máquina del Tiempo con Santi Motorizado. ¿Cómo salió esa colaboración?
-Somos bastante amiguitos, bastante afines y bastante pares, y estamos siempre juntos: hacemos cosas juntos, somos los dos alternativos, los dos gorditos, los dos ñoños, tenemos la misma sensibilidad. Entonces invitamos a Santi a que cante la segunda estrofa : es un tema que tiene nada más que dos estrofas, y después se diluye en una especie de relato, como si fuera un discurso.
La segunda estrofa, importantísima (porque incluye una clave que es importantísima, y que cambia de notas), se la dimos a Santi. Y no solo embelleció la canción con lo que le pedimos que cantara, sino que aportó cosas de composición, porque hizo un cambio de tiempo en un momento al final, cuando se repite el final: hizo un cambio de métrica que quedó excelente, y es obra de él.
-Hablábamos recién de las pantallas, el video fue creado con inteligencia artificial. ¿Hay una crítica en el cruce entre tecnología y la música de ustedes o es una forma de aceptación?
-Yo digo en chiste que la IA es necesaria porque la I Natural no existe; o hay muy poca, no abunda (risas), dándonos cuenta cómo llegó el ser humano a esta altura del mundo, del planeta, de la historia. Mucha inteligencia natural no hay, así que tuvimos que fabricar una artificial. Eso lo digo en un poco en joda y un poco en serio.
La utilizamos como herramienta y la verdad que nos gustó, quedó genial: hicimos un Santi Motorizado IA, un Walas IA, y quedaron muy buenos.
Levantar la voz
-En el Quilmes Rock pasaron el audio de Diego Maradona hablando de los jubilados, en Cosquín también a su momento hablaste de la cancelación a Milo J, y dijiste hay que estar atentos. ¿Cómo vivís este cruce entre el rol del artista y poder dar una opinión en un contexto como el actual? ¿Hay espacio para ese disenso en la escena musical?
-Y sí, el espacio lo estamos teniendo por lo visto los artistas, que a la vez son más atacados. Pero el espacio nos lo damos los artistas: siempre el espacio de protesta estuvo en manos del artista y del humor. Pensá en las cosas que decía en su momento Tato Bores: no las podía haber dicho un periodista serio, porque terminaba desaparecido, censurado o prohibido. En cambio los artistas, a través de lo abstracto o de la metáfora, podemos darnos el lujo de hacer este de hacer críticas sociales.
En nuestro caso no fue ninguna metáfora, fue una cosa directa: en el Quilmes Rock decidimos meter el audio de Diego cuando dice: “Hay que ser muy cagones para meterse con los jubilados”. Eso lo hicimos entre tema y tema, como un separador.
Que es el momento de ahora: que todos los miércoles se genera represión; activaron el protocolo antisublevación, antimotines, antipiquetes, pero lo activaron contra los viejitos que van a protestar por lo suyo todos los miércoles. Es un papelón para nosotros y es un papelón mundial que aparezca en los noticieros del mundo lo que está pasando en Argentina. Entonces nosotros pusimos ese audio entre tema y tema, y generó los cantos de siempre.
Rey escénico
-Te vemos también en una nueva faceta como ahí como actor-cantante en “El Principito, el musical”. ¿Qué te atrajo del proyecto y cómo lo llevás?
-Me encantó cuando me lo propusieron, y me mostraron la música, la puesta, los vestuarios y mis compañeros. Que son nada menos que Flor Otero, Juan Carlos Baglietto, Carlitos March. Para la gente que no lo conoce, Carlitos March es el malo de “El Eternauta”: el pelado odioso que está en el departamento, que le meten un balazo.
Hicimos la primera temporada del año pasado, en vacaciones de invierno y más (porque estuvo tan buena la obra que se prolongó un montón, y hubo muchas veces que hemos hecho dobles funciones).
Tuvo 13 nominaciones al premio al premio de comedia musical, que se llama Premio Hugo; y 12 nominaciones al Premio ACE, que es el premio de teatro en general. Fue tan prestigiosa la obra que lo vamos a volver a hacer este año: empieza en las vacaciones de invierno.
-Hay una expectativa de repetir el éxito.
-Sí, me tocó un personaje divino un personaje que me encanta, el Rey. Entonces tengo un trono todo hecho con guitarras eléctricas, está buenísimo.
Puliendo canciones
-¿Qué se viene para para el futuro de Massacre y qué proyectos tienen en mente tanto para lo que queda de 2025 como para el año que viene?
-El proyecto ya se cumplió con la salida del disco. Entonces lo que tenemos ahora para hacer es tocar el disco en vivo, llevarlo a todos lados. Interpretarlo: sacarlo del estudio y ponerlo arriba de un escenario, llevarlo a la fase de en vivo. Y los lo estamos haciendo muy bien; cuando terminan los recitales bajamos y decimos: “Che, qué bien que nos sale tal tema; este otro hay que pulirlo un poco más, todavía está verde, hay que sacarle tal cosa”. Así que estamos en esa etapa linda de ir domando un repertorio.
-La última vez que charlamos decías que habían quedado muchas canciones afuera de “Nueve”. ¿Hay alguna que ya la tengan en carpeta para un próximo material?
-Quedaron montones: si quisiéramos ahora podríamos sacar un disco de nuevo, porque quedaron una cantidad de canciones impresionantes. Que no nos pasó nunca en nuestra carrera: componemos lo que editamos y editamos lo que compusimos.
Pero en este caso quedaron un montón de canciones en la gatera que, cuando queramos, cuando tengamos tiempo, las vamos a revisar. Y de ahí te digo que sale un disco nuevo, o por lo menos la mitad de lo que iría a un futuro disco.