Fiel a su nombre, la editorial porteña Noir ha construido en su breve recorrido un catálogo centrado en relatos oscuros, criminales y plagados de misterio, muchos de ellos ambientados en escenarios urbanos tan reconocibles como perturbadores.
La editorial Noir presenta una antología de seis historias escritas por Guido Barsi, con distintos artistas visuales. Ambientes urbanos, miedos cotidianos y un clima inquietante.

Fiel a su nombre, la editorial porteña Noir ha construido en su breve recorrido un catálogo centrado en relatos oscuros, criminales y plagados de misterio, muchos de ellos ambientados en escenarios urbanos tan reconocibles como perturbadores.
Este 2025 no es la excepción y por ello se encuentra promocionando el lanzamiento de "Habitantes", una antología de terror y suspenso compuesta por seis relatos donde se destacan tanto la diversidad en las tramas como el mix de estilos gráficos propuesto por cada artista involucrado.
Las historias tienen un mismo firmante, Guido Barsi, una cara conocida de la casa editorial, con la que ya había trabajado previamente en "Crimen" y "La Caro", acompañado en ambas oportunidades por Santiago Miret como dibujante.
En "Habitantes", sin embargo, Barsi es secundado por un puñado de artistas —uno por cada ficción—: Santiago Miret, Ojota, Alfredo Retamar, Manzxja, Nicolás Vignolo y Juan Romera.
De acuerdo a la sinopsis del tomo: "Con el paso del tiempo la urbanización le va ganando a la noche, grandes luminarias le roban espacio a la oscuridad empujándola lejos de nosotros, enormes edificios de concreto usurpan el lugar al bosque".
"Todos ellos son escenarios de nuestros mayores miedos y de las historias que vendrán a continuación: una mujer recibe una extraña visita en su casa, dos vecinos escuchan un ruido extraño proveniente de otro departamento, los fans de una antigua estrella de rock desean inmortalizar a su ídola, una persona comparte el ascensor con un peligroso extraño y un hombre regresa a su hogar luego de un viaje, pero parece no ser el mismo".
Al fin y al cabo, se trata de un conjunto de historias de suspenso que demuestran que, solo a veces, el ser humano no es el mayor monstruo del planeta.
"Habitantes" está disponible en comiquerías y librerías especializadas. Para más información pueden contactarse a las redes del autor.
"Habitantes" se presenta en formato comic book, con un tamaño de 17x24 cm y un total de 60 páginas. El tomo se imprime completamente en blanco y negro, a excepción de su tapa a color, realizada por el artista Leandro Lougedo.
Se trata de una edición sencilla que no tiene demasiado que explicar; por eso se agradece que su prólogo no esté orientado a detallar el proceso de gestación del libro, sino a poner en clima al lector mediante un cuento tan cargado de misterio como las historias que vendrán a continuación. Sin dudas, una apertura de telón muy inteligente.
Como mencionamos, las historias incluidas son seis, agrupadas de a dos, todas escritas por Guido Barsi.
La primera de ellas es "Fans", donde el autor es acompañado en dibujos por el artista Ojota. Una cantante en el ocaso de su carrera acepta presentarse en un evento privado. Allí será tentada nuevamente con las mieles del éxito y la posibilidad, finalmente, de trascender.
Un trabajo impactante, con un buen uso del blanco y negro y un cierre a página completa excelente. Se destaca aquí una sutil crítica al culto a la celebridad y a los límites de la obsesión por la fama.
Le sigue "Incompleto", con arte a cargo del mendocino Nicolás Viñolo. Una ficción de apenas dos páginas que juega muy bien con el temor que genera aquello que no se entiende, y en donde reluce el talento de su dibujante.
La intención de un grupo de amigos por llenar un álbum de figuritas puede traer consecuencias inesperadas. Pese a su brevedad, logra incomodar y dejar una inquietante sensación en el lector. El terror aquí se construye en la sugestión, en lo que no se ve pero se percibe.
La antología continúa con "Regreso", historia que se erige rápidamente como una de las mejores y más extensas de la compilación. Juan Romera, como dibujante, expone cierto clasicismo tanto en el diseño de personajes como en la disposición de las viñetas, que le sientan de maravillas a una trama craneada por Barsi que, si bien no revoluciona nada, está muy bien llevada.
Alguien se pierde en las montañas durante largos meses, en condiciones totalmente inhóspitas, y vuelve sin que nadie, a ciencia cierta, consiga entender de qué manera sobrevivió. ¿Es el mismo?
En "Visita", la muerte se presenta de manera frecuente en un lugar en el que nadie debería sorprenderse: un geriátrico. Sin embargo, alguien parece notarlo... y tener respuesta. Historia corta (cuatro páginas) pero efectiva, con un Alfredo Retamar que, como dibujante, está muy atento a los detalles, sobre todo en los rostros en primeros planos. Sobrevuela un sentimiento de resignación de quienes ya lo han perdido todo.
La antología se cierra con dos trabajos con algunos puntos en común, de un nivel altísimo y pilares fundamentales de la compilación. En "Arriba", una pareja despierta escuchando ruidos extraños que parecen provenir del piso superior. Manzxja como artista ofrece un gran trabajo retratando, en las dieciséis páginas de extensión, espacios vacíos y silencios eternos.
Se destaca la oportuna intromisión de la luz en el relato, así como ciertos planos y perspectivas que consiguen apreciarse un tanto más gracias a los escasos globos de diálogo.
"Ascensor", de Santiago Miret, cierra el tomo: una historia simple, con el miedo, el encierro y la adrenalina como protagonistas absolutos. La vida en la ciudad nos lleva a compartir espacios pequeños, casi diminutos, con desconocidos... o no tanto. La faz gráfica está entre lo mejor de la recopilación; el desenlace es muy efectivo.
En un contexto donde las editoriales independientes están haciendo malabares con el fin de editar, celebramos que una publicación como "Habitantes" pueda concretarse.
Representa una apuesta sólida por el género y si bien dos o tres historias asoman por sobre el resto, goza de una narrativa pareja y entretenida, algo para nada habitual en este tipo de formatos.
Barsi logra mantener una voz narrativa reconocible sin opacar las propuestas visuales de cada dibujante logrando un tono uniforme sin perder variedad.




