Desde su lanzamiento el 4 de octubre de 2024, “Sigma Boy”, interpretada por Betsy (Svetlana Chertishcheva, 11 años) y María Yankovskaya (12 años), se ha convertido en un fenómeno global que trasciende las fronteras de la música.
La canción de dos blogueras rusas preadolescentes arrasa en redes sociales, pero también genera críticas por su trasfondo cultural y su impacto en la sociedad. De propaganda rusa a estereotipos masculinos, ya tiene reversiones y remixes.

Desde su lanzamiento el 4 de octubre de 2024, “Sigma Boy”, interpretada por Betsy (Svetlana Chertishcheva, 11 años) y María Yankovskaya (12 años), se ha convertido en un fenómeno global que trasciende las fronteras de la música.
Este pegadizo sencillo, con su letra simple y un ritmo que muchos califican de “podredumbre cerebral”, ha dominado plataformas como TikTok, Spotify y YouTube, logrando incluso posicionarse en el puesto número 7 de la lista Billboard Hot Dance/Pop Songs. En YouTube, el video de audio oficial tiene pasó las 64.800.000 vistas, a las que se suman más de 1.400.000 del lyric video (y más de 37 millones en Spotify). El 13 de diciembre, una reversión en inglés (con una letra diferente, más adulta) por los artistas berlineses Lavinia Hope y Ely Oaks (nacido en Austria), que ya tiene sus 4.800.000 views.
Sin embargo, el éxito de la canción no ha estado exento de polémicas. La eurodiputada alemana Nela Riehl, del partido Volt, advirtió en el Parlamento Europeo que la canción representa un “tropo viral ruso” utilizado para transmitir visiones patriarcales y prorrusas, especialmente entre los jóvenes de países como Alemania y Ucrania. “Rusia ha aprendido a apuntar a los adolescentes a través de sus teléfonos, infiltrándose sutilmente en su cultura y discurso social”, expresó Riehl, instando a la Unión Europea a contrarrestar estas influencias.
La popularidad de “Sigma Boy” creció exponencialmente gracias a TikTok, donde creadores como el alemán Streichbruder iniciaron tendencias virales al reproducir la canción en espacios públicos. Esta viralidad llevó al tema a las listas Viral 50 Global de Spotify y lo convirtió en un himno entre comunidades de jugadores en Roblox.
El estribillo de la canción, que repite “Sigma, chico sigma, toda chica quiere bailar contigo”, refuerza la figura del “macho sigma”, un término de la jerga de Internet que describe a un hombre solitario y seguro de sí mismo, idealizado tanto irónicamente como en serio en plataformas digitales. Esta conexión con el meme del “sigma male” y su uso en la cultura juvenil global ha amplificado tanto su atractivo como sus críticas. De todos modos, las chicas responden en el mismo estribillo: “Soy tan especial que te llevará un año conquistarme”.
El trasfondo de “Sigma Boy” es tan interesante como polémico. Escrita por Mijail Chertishchev, padre de Betsy, junto al cantante de rock Mukka, la canción fue diseñada para ser viral, según confesó su creador. No obstante, su éxito ha despertado debates sobre la influencia cultural rusa en el discurso global.
En paralelo, la canción ha desatado burlas en redes sociales. Comentarios en YouTube ironizan sobre su omnipresencia: “La puse como alarma, y ahora me despierto dos horas antes para evitar que suene”.
Pese a las críticas, no se puede negar el impacto cultural de “Sigma Boy”. A través de una mezcla de marketing digital, tendencias globales y una melodía adictiva, la canción ha consolidado a Betsy y María como figuras influyentes en la música juvenil.
El debate sigue abierto. ¿Es “Sigma Boy” una muestra del poder de las redes sociales para difundir contenido global o un vehículo de propaganda cultural? Mientras tanto, el chico sigma sigue bailando en los auriculares de millones.




