El Litoral

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DPA
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP23) arranca hoy en Bonn, en el oeste de Alemania, con el objetivo de impulsar la aplicación del histórico Acuerdo de París a pesar de la anunciada salida de Estados Unidos.
La importancia del acuerdo climático vinculante sellado en diciembre de 2015, ratificado ya por 169 miembros, entre ellos Alemania y la Unión Europea, radica en que se acabe implementando, para lo que hay que negociar aún los detalles.
Para ello, hasta el próximo 17 de noviembre, 197 países debatirán para acordar un sistema de reglas que sirva para medir, comparar y comprobar si los objetivos del clima efectivamente se están cumpliendo en cada país.
"No hay duda de que 2015 fue un año especial, porque se cerró el Acuerdo de París, pero hablamos de un proceso de más de 20 años. No se debe olvidar. En Bonn tenemos ante nosotros un paso importante, que es necesario para poder implementar el Acuerdo de París", declaró la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la mexicana Patricia Espinosa, en una entrevista publicada esta semana en el diario alemán "Frankfurter Allgemeine Zeitung".
En Bonn se trata de acordar la letra pequeña del acuerdo de París, los instrumentos legales que deberán aprobarse en la Cumbre del Clima de 2018 en Polonia. Uno de los puntos que más controversia genera es el que se refiere a las diferencias que se deben estipular entre los países industrializados y los países en desarrollo.
La cumbre, organizada por Alemania pero presidida por Fiyi, será la primera reunión tras el anuncio de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo de París y, por consiguiente, de cerrar el grifo de las contribuciones financieras al fondo para el clima de Naciones Unidas.
La decisión de la Administración de Donald Trump llevó al resto de líderes mundiales a cerrar filas a favor del clima y recordar que el Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados en comparación con la época preindustrial, es "irreversible".
Estados Unidos podrá abandonar el acuerdo tras un largo proceso de separación y probablemente recién cuando Trump ya no sea presidente, después de las elecciones de 2020.
El límite de dos grados de aumento de la temperatura respecto a los niveles anteriores a la revolución industrial está considerado como el máximo asumible para evitar consecuencias catastróficas para el clima y la población mundial. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la temperatura de la Tierra ya es 1,2 grados más alta que en la época anterior a la industrialización.




