El presidente de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, Woo Won-shik, expresó su preocupación por la percepción de la historia por parte de Japón, con foco en un territorio marítimo.
El presidente de la Asamblea Nacional coreana comentó las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi sobre Dokdo. Dónde queda y

El presidente de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, Woo Won-shik, expresó su preocupación por la percepción de la historia por parte de Japón, con foco en un territorio marítimo.
En respuesta a la reciente afirmación de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, de que los islotes Dokdo fueron territorio japonés de forma histórica y conforme al derecho internacional, Woo publicó en redes sociales que el Gobierno japonés amplió la llamada “sala de exposición de soberanía territorial” que reivindica la soberanía sobre los islotes Dokdo.
Desde la inauguración de la sala en 2018, República de Corea exigió su cierre en varias ocasiones, pero Japón añadió recientemente un espacio didáctico al salón en un aparente intento de inculcar percepciones incorrectas en las futuras generaciones, añadió.
“Para una relación estable y orientada al futuro entre (República de) Corea y Japón, tres pilares deben permanecer firmes: encarar de frente la historia dolorosa, profundizar la cooperación económica y cooperar como socios por la paz en la península de Corea y en el noreste de Asia”, remarcó Woo.
Woo señaló que República de Corea organizará este año su propia ceremonia conmemorativa para las víctimas coreanas del trabajo forzoso en las minas de oro de la isla Sado, dado que Japón no mencionó el “trabajo forzoso” en sus discursos conmemorativos.
Historiadores surcoreanos precisaron que miles de coreanos fueron obligados por el Imperio Japonés a realizar trabajo pesado en la mina de oro, la cual fue convertida en una instalación para fabricar materiales bélicos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la península coreana estaba bajo dominio japonés.
Woo también expresó preocupación por las recientes medidas de Japón para revisar su llamada Constitución pacífica, algo inaceptable no solo para República de Corea, sino también para todos los países vecinos, dado que trastorna las bases para el orden pacífico en el este de Asia al transformar a Japón en un país capaz de librar guerras.
Los islotes Dokdo (también conocidos como Takeshima en Japón y Rocas de Liancourt en denominación internacional) son dos islotes principales y decenas de rocas pequeñas ubicados en el mar del Japón / mar del Este, entre la península de Corea y el archipiélago japonés.
Actualmente están administrados por Corea del Sur, que mantiene allí una pequeña dotación policial. Japón también los reclama, por lo que son objeto de una disputa diplomática histórica.
Posee una importancia estratégica ya que resulta una zona rica en recursos pesqueros, con presencia potencial de hidrocarburos y en una ubicación clave en rutas marítimas del noreste asiático.
Respecto a su población, no tiene habitantes permanentes salvo el personal surcoreano destinado allí y, ocasionalmente, un cuidador civil.
República de Corea protestó durante mucho tiempo por las renovadas reivindicaciones territoriales de Japón sobre los islotes en disputa ubicados entre los dos países, llamados Dokdo por República de Corea y Takeshima por Japón.
República de Corea recuperó la soberanía de Dokdo tras la liberación de la península de Corea de la colonización japonesa de 1910-1945. Seúl ejerció desde entonces un control efectivo de los islotes, con un pequeño destacamento policial desplegado.
Los surcoreanos consideran las reclamaciones territoriales de Japón sobre los islotes como una negación de la historia colonial, dado que Dokdo fue el primer territorio ocupado por la fuerza por aquel país.




