Taiwán enfrenta un momento decisivo con el próximo referéndum nacional previsto para el 23 de agosto de 2025, que determinará si la segunda unidad de la central nuclear de Maanshan, recientemente desconectada, debe reiniciarse o no,
El 23 de agosto los taiwaneses decidirán si la planta de Maanshan-2 vuelve a funcionar o queda definitivamente clausurada. La consulta enfrenta al gobierno con la oposición y puede redefinir la política energética de la isla en medio de tensiones con China.

Taiwán enfrenta un momento decisivo con el próximo referéndum nacional previsto para el 23 de agosto de 2025, que determinará si la segunda unidad de la central nuclear de Maanshan, recientemente desconectada, debe reiniciarse o no,
El referéndum surgió de una iniciativa legislativa impulsada en abril por el Partido Popular de Taiwán (TPP), con apoyo del mayor partido opositor, el Kuomintang (KMT).
La propuesta responde a la desactivación completa del reactor Maanshan-2 el 17 de mayo —última planta nuclear en actividad— como parte de la promesa gubernamental de lograr un país “sin energía nuclear” .
Ante esta decisión, la oposición consideró clave permitir a la ciudadanía decidir si la central debería volver a operar, siempre que una autoridad competente confirme que no hay problemas de seguridad.
La pregunta del referéndum es clara: “¿Está de acuerdo en que la central nuclear de Maanshan continúe operando luego de la aprobación de la autoridad competente y la confirmación de que no existen riesgos de seguridad?”
La Comisión Central Electoral (CCE) ha dispuesto realizar, entre el 7 y el 15 de agosto, cinco foros públicos de debate: la Legislatura defenderá el “sí”, mientras que el Ejecutivo y organismos vinculados expondrán los argumentos en contra.
El referéndum es una de las pocas iniciativas ciudadanas de alto impacto aprobadas por la CCE entre varias propuestas enviadas por el KMT y TPP, que incluyeron temas como la pena capital, el restablecimiento de tribunales militares o la votación por aislamiento. Sin embargo, solo la propuesta nuclear superó la revisión institucional.
El impacto del referéndum dependerá del resultado y de la participación. Para que el “sí” sea válido, debe convocarse a más de un 25 % del padrón electoral y obtener más votos a favor que en contra.
Este referéndum se enmarca en una creciente tensión política interna, marcada por una energética polarización entre el gobierno (DPP) y la oposición (KMT), y el contexto de presiones geopolíticas de la República Popular de China.
Mientras Beijing ejerce presión diplomática y operaciones de influencia para condicionar la política interna de Taiwán, Estados Unidos reafirma su respaldo como garante de la estabilidad en el Estrecho.”
Por un lado, la estrategia de frente unido del Partido Comunista Chino, incluyendo propaganda en redes y viajes financiados hacia el continente, busca influir en el clima político taiwanés, especialmente durante procesos como este referéndum. En contrapartida, Estados Unidos ha intensificado su apoyo a Taiwán en defensa de su autonomía y estabilidad, advirtiendo que un cambio brusco, o una merma en el respaldo, podría provocar un desequilibrio regiona
Este 2025, el Departamento de Estado estadounidense modificó su sitio web eliminando una frase que negaba el apoyo a la independencia de Taiwán, y agregó respaldo a su participación en organismos internacionales
Además, se presentaron iniciativas como el Taiwan Relations Reinforcement Act y el Taiwan International Solidarity Act, que fortalecen la relación bilateral y contrarrestan la presión china en la ONU y otros foros. También circuló una resolución bipartidista en el Congreso de EE. UU. que reafirma el apoyo a Taiwán y cuestiona el uso del Principio de Una Sola China para limitar su reconocimiento




