Un 21 de octubre de 1988, hace 34 años, se conocía la muerte de tres personas en diferentes situaciones desencadenadas por la caída de un caniche desde un piso 13. Si hubiera ocurrido en los tiempos que corren se dejaría lugar a la duda de si se trata de un fake o no, pero desafortunadamente fue un hecho verídico.
El incidente se dio en plena mañana del barrio de Caballito en la ciudad de Buenos Aires, sobre la vereda de avenida Rivadavia esquina con la calle Morelos. Allí, un pequeño can cayó desde el balcón de un piso 13, impactando sobre una mujer.
El golpe provocó la muerte inmediata de Marta Espina de 75 años, la primera de las víctimas. El animal, quien los testigos de la época aseguraban que se llamaba Cachy, también perdió la vida en el accidente.
Ya con una tragedia durísima registrada, la serie de acontecimientos recién comenzaba. El tumulto por el incidente inicial empezó a hacerse cada vez más grande, generando complicaciones en la circulación de las personas y los vehículos en una hora y zona pico.
Así lo reflejaba el diario Clarín el 22 de octubre de 1988.Entre las personas presentes se encontraba Edith Solá de 46 años, quien se tuvo que ubicar en la calle porque la vereda estaba llena. No logró divisar un colectivo de la línea 55 y este la atropelló, provocando su muerte.
La tercera de las víctimas fue un peatón, del cuál no trascendió su identidad, que al ver la serie de incidentes fatales sufrió un infarto. Pidió ayuda en una concesionaria ubicada a metros del lugar de los hechos y finalmente perdió la vida en la ambulancia camino al hospital.