“La economía del cuidado representa uno de los grandes puntos ciegos del desarrollo: aporta a la productividad de las comunidades pero no está integrado como tema en el crecimiento y la medición de los recursos públicos”. Es toda una definición que engloba, a su vez, una notable cantidad de conceptos.
Ese fue el punto de partida de un encuentro virtual organizado por CIPPEC y moderado por su directora ejecutiva, Gala Díaz Langou.
Gala Díaz Langou, Directora Ejecutiva de CIPPEC. Foto: Archivo.La actividad se realizó en el marco del Día Mundial del Cuidado y los Apoyos, un tema de debate que involucra el rol preponderante de las mujeres, que son mayoría tanto en la crianza de los niños y niñas como en la asistencia de sus mayores, pero cuya tarea está sub valorada o invisibilizada.
La construcción de un índice
“En la Argentina hay 1,6 millones de hogares monomarentales que representan el 12 % del total: 1 de cada 4 hogares tienen niños y niñas, lo que representa unas 3 millones de personas”. Son cifras, si, pero también ofrecen una aproximación a una realidad que mutó rápidamente en los últimos años, al punto que, como se observa, se habla de “hogar monomarental”.
En la Argentina hay 1,6 millones de hogares monomarentales con niños y niñas, es decir, a cargo de una mujer. Foto: Unicef.“En el 85 % de los casos los niños quedan a cargo del cuidado de una mujer. En el 70 % de los casos no perciben alimentos en tiempo y forma, en el 50 % de los casos no perciben nada en alimentos (cuota alimentaria). Y tampoco se pagan alimentos en el sentido legal sino una ayuda que otorga el progenitor, a veces en especias, a veces en plata”, explicó Sol Prieto, investigadora de Conicet.
El resultado: hogares con un promedio de 20 % menos de ingresos, mayores niveles de pobreza y pobreza infantil, más indigencia y endeudamiento para llegar a fin de mes.
Por otra parte, las madres en esta situación de proveedoras y cuidadoras, tienen menos acceso al trabajo, o tienen un empleo flexible que es sinónimo, en la mayoría de los casos, de informal.
Además de docente universitaria, Prieto fue funcionaria del área de Género del Ministerio de Economía de la Nación en la anterior gestión. En ese período se presentó (el 8 de marzo de 2003) el Índice de Crianza que fue elaborado con el Indec, en coordinación con Unicef (la agencia de Naciones Unidas por las infancias) que permite estimar el costo de las tareas de cuidado.
El índice sigue vigente y se publica todos los meses actualizado según la paritaria de trabajadoras en casa particulares.
Para septiembre de 2025 la Canasta de Crianza, que incluye el costo mensual para adquirir bienes y servicios, y el costo del cuidado que surge a partir de la valorización del tiempo requerido para dicha actividad, fue de $ 436.988 para menores de 1 año; $519.193 para niños y niñas de 1 a 3 años; $436.138 para los de 4 a 5 años, y de $548.636 para los de 6 a 12 años. Los valores de octubre se conocerán el 14 de noviembre.
Riesgo (para el) país
“Lo que no se mide, no existe”, afirmó Fernando Filgueira, docente titular de la Universidad de la República (Udelar), de Uruguay.
“Argentina está acostumbrada a seguir el riesgo país que es un número concreto que determina el costo adicional de endeudarse”, sostuvo. “Cuando la fecundidad baja y las poblaciones envejecen, los niños y niñas son bienes públicos intertemporales y constituyen un beneficio para toda la sociedad pero, en general, no le ponemos número”.
Para el especialista, los cambios demográficos “nos deberían hacer pensar en cómo valorar, desde el punto de vista de la equidad y eficiencia económica, el tiempo de trabajo remunerado y no remunerado dedicado al cuidado”. “Mientras, seguimos sobre números exactos del sistema financiero”,
Así, a la hora de abordar este tema en toda su complejidad, la recomendación es observar seis variables: fecundidad, y polarización de la fecundidad, trabajo femenino y polarización de la tasa de participación femenina por nivel educativo, pobreza y pobreza por edades.
“Al mismo tiempo que las políticas liberales destruyen el salario del padre ‘gana pan’, les dice que vuelvan al modelo de familia patriarcal”, advirtió el especialista.
El valor de lo local
A su turno, Vanesa D’Alessandre (UNSAM-FLACSO) lanzó un diagnóstico preocupante: “El deterioro de los ingresos y de los servicios públicos están asfixiando” a un amplio sector de la sociedad. “Hay cada vez más familias que perdieron capacidad de hacer crecer a las personas que dependen de ellas: si fuesen empresas, estarían en bancarrota”.
Vanesa D'Alessandre, investigadora y docente. Foto: Pablo Aguirre.También investigadora de Cippec, consideró que es necesario “poner el foco en los hogares y el agotamiento de un modelo de crianza basado en el cuidado gratuito de las mujeres”. En ese sentido, un primer paso es jerarquizar esta tarea y construir un modelo de valorización.
Para ello, “lo local es un buen punto de partida”, evaluó en alusión a programas que se desarrollan en municipios del país, también en Santa Fe, donde este tema está en agenda.
El lugar de América Latina
Carolina Robino, del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) puso el foco en la importancia de reconocer las tareas de cuidado y apoyo “en su carácter de trabajo, derecho humano y responsabilidad compartida”.
Además, planteó la necesidad de considerar que “la economía del cuidado es un eje estructurante de la desigualdad”. “Desde hace años trabajamos con organizaciones del sur global para generar esa evidencia y cuantificar los datos para avanzar en los debates sobre cómo transformar esta realidad”.
Para ello se apunta a lograr alianzas entre investigadores, políticas públicas y agrupaciones feministas. “El cuidado está en el centro de todas las agendas, también en el cambio climático, futuro de trabajo, salud, infraestructura y transporte”.
La Canasta de Crianza incluye el cálculo de los bienes y servicios necesarios para el desarrollo de niños y niñas, y el valor de las horas de cuidado. Foto: Archivo..En 15 países de América Latina existe un desarrollo concreto de políticas de cuidados, aportó: Chile en la propuesta de reforma constitucional, además de Colombia y Brasil, a lo que se suma la Opinión Consultiva 31 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Son el fruto de una acción sostenida de redes feministas, sociedad civil y producción académica”.
Una agenda urbana
Por último, Emilienne De León, de la Alianza Global por los Cuidados, evaluó que “el sector privado sigue ausente del tema de los cuidados”. En ese sentido, recuperó un programa del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) con Unicef para promover empresas cuidadoras, destinadas a las primeras infancias. “En México, ejemplificó, van a crear 1000 centros de educación y cuidado infantil”.
“Hay que poner mas atención en atraer al sector empresarial sin privatizar el área de cuidados”, consideró más adelante para destacar que “sigue siendo una agenda muy urbana, no rural, por la dispersión de la población; y es una agenda dispar porque, mientras en América Latina tiene un gran avance, en Europa está ás instalado el cuidado ‘familista’ “.
“La agenda de cuidados de América Latina es una agenda feminista; el desafío es llevarlo a un lugar constitucional y a las reformas fiscales de fondo para sostener ese sistema”, concluyó.
Para otro debate quedará otra tarea invisibilizada: la del cuidado de personas mayores, que también recae mayoritariamente en mujeres y, en muchos casos, se suma al cuidado de las infancias.