Científicos argentinos desarrollan una molécula que podría potenciar la quimioterapia
La investigación sienta un precedente prometedor para el desarrollo de nuevas terapias, y el equipo invita a otros colegas o empresas a realizar los estudios clínicos necesarios para llevar este descubrimiento a la fase de aplicación en pacientes.
Científicos argentinos desarrollan una molécula que podría potenciar la quimioterapia
Un equipo de científicos argentinos de la Fundación Instituto Leloir (FIL), liderado por la doctora Vanesa Gottifredi, logró un avance significativo en la lucha contra el cáncer al diseñar una molécula que podría mejorar la eficacia de la quimioterapia.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Cell Death and Disease, del grupo Nature, describe cómo un péptido aislado en el laboratorio, derivado de la proteína p21, puede interferir en los mecanismos de defensa de las células tumorales, volviéndolas más vulnerables a los tratamientos.
La investigación sienta un precedente prometedor para el desarrollo de nuevas terapias, y el equipo invita a otros colegas o empresas a realizar los estudios clínicos necesarios para llevar este descubrimiento a la fase de aplicación en pacientes.
Verónica Okraine (izq.) y Vanesa Gottifredi
Un “Caballo de Troya” contra el cáncer
Para entender la relevancia de este hallazgo, es fundamental comprender cómo funciona la quimioterapia. Muchos tratamientos oncológicos buscan dañar el ADN de las células cancerosas para frenar su proliferación.
Sin embargo, tanto las células sanas como las tumorales poseen mecanismos de “rescate replicativo” que les permiten reparar ese daño y sobrevivir. Estos mecanismos, que son cruciales para la vida cotidiana de nuestras células, se convierten en una gran ventaja para el cáncer, permitiéndole evadir la muerte celular inducida por los tratamientos.
La doctora Vanesa Gottifredi, jefa del Laboratorio de Ciclo Celular y Estabilidad Genómica de la FIL, explica este fenómeno: “Hemos evolucionado para contar con dichos procesos, porque el ADN dañado es moneda común en nuestras vidas... el efecto no deseado es que, en manos de las células tumorales, esos mecanismos les permiten sobrevivir cuando intentamos matarlas”.
Aquí es donde entra en juego la innovadora molécula argentina. El equipo de Gottifredi se propuso bloquear uno de estos mecanismos de defensa. Las células utilizan unas enzimas especializadas, llamadas polimerasas de ADN, para reparar el daño.
Estas polimerasas se unen a una proteína clave, la PCNA, para cumplir su función. Los investigadores demostraron que un fragmento de la proteína p21, aislado en el laboratorio, puede unirse a la PCNA y evitar que las polimerasas realicen su trabajo de “rescate”.
La investigación sienta un precedente prometedor para el desarrollo de nuevas terapias
Un futuro esperanzador para la oncología
Verónica Okraine, primera autora del artículo y doctoranda bajo la dirección de Gottifredi, detalla el proceso: “Demostramos que un fragmento de la proteína p21, aislado en el laboratorio, puede unirse a PCNA y evitar que estas polimerasas cumplan su función de rescate. Entonces, las células tumorales tienen menos posibilidades de sobrevivir”.
Las pruebas realizadas confirmaron que este péptido de p21 aumenta la muerte de las células tumorales que fueron tratadas con diversos fármacos quimioterápicos. Esto sugiere que el mecanismo de defensa basado en las polimerasas es común a muchos tipos de daños en el ADN, por lo que su inhibición podría potenciar una amplia gama de tratamientos oncológicos.
Gottifredi señala que, en el futuro, este péptido podría ser perfeccionado o incluso se podrían diseñar moléculas sintéticas que intercepten a la PCNA de la misma manera.
El próximo desafío es encontrar un sistema para que el péptido llegue de manera efectiva a las células tumorales. Una vez logrado esto, se deberán realizar los costosos y complejos estudios preclínicos y ensayos clínicos con pacientes. Por motivos económicos, el equipo de la FIL no puede financiar estas fases, por lo que decidieron no patentar el descubrimiento.
“No lo patentamos porque nos parece más importante inspirar que acaparar”, enfatiza Gottifredi. “Nuestro laboratorio naturalmente brinda información al mercado para que grupos o empresas, con más recursos, puedan avanzar con el resto de las fases de la investigación”.