Boxeador imputado por golpear y amenazar de muerte a su ex

Recriminación y ataque

El boxeador y la adolescente comenzaron a salir en septiembre, pero su relación duró poco. El sábado 23 de octubre ella lo dejó, según trascendió, luego de que él la agrediera físicamente.

En lugar de respetar la decisión de la joven, el hombre comenzó a hostigarla. Este viernes, ella ingresó a trabajar al club como de costumbre y se cruzó con su ex, que se instaló allí a tomar una cerveza con un amigo. Cerca de las 22 él se le acercó, y comenzó a pedirle explicaciones.

La situación escaló rápidamente, y en cuestión de minutos pasó de ser una recriminación a un ataque directo. Fuentes cercanas al caso dijeron que el boxeador instaba a la joven a que llamara a la policía o a quien fuera, asegurándole que no importaba quien acudiera a rescatarla, porque de allí no iba a salir nadie con vida.

Asustada, la chica intentó dar aviso de lo que estaba ocurriendo, y fue entonces que la violencia se tornó física. Él quiso quitarle el celular, comenzaron a forcejear, la golpeó y terminó tomándola fuertemente del cuello.

"Fuera de control"

Ante la policía, la víctima recordó cada palabra que salió de la boca del boxeador mientras la asfixiaba: "No te voy a dejar tranquila, yo sé por dónde andas, te voy a encontrar y te voy a hacer pagar todo esto. Se donde vivís, te voy a matar".

Con esas amenazas todavía resonando en el lugar, y en la cabeza de la chica, José Exequiel S. tomó un cuchillo y se lo apoyó en la garganta. Apretando, pero sin llegar a cortarla, la miró y le advirtió: "Te voy a matar, no tengo nada que perder".

Algunos socios del club advirtieron lo que estaba ocurriendo y no dudaron en intervenir. La adolescente logró liberarse, pero el boxeador continuaba visiblemente alterado. Los demás hombres intentaron "calmarlo" pero terminaron recibiendo un par de golpes. De hecho, las llamadas al 911 de aquella noche describían una "gresca" en el interior del club.

Cuando la policía arribó al lugar, se encontró con que el iracundo boxeador se enfrentaba a un grupo de socios, que intentaba contenerlo. Como se lo notaba "fuera de control", los uniformados decidieron reducirlo, tarea que no les fue fácil.

Esa misma noche el fiscal Suasnabar ordenó su detención, y el domingo lo imputó. Durante la audiencia, sostuvo que los delitos endilgados "se enmarcan en un contexto de violencia hacia la mujer, en el que el imputado se vincula con la víctima en una relación desigual de poder y afecta su vida, libertad, dignidad e integridad física". El funcionario solicitó la prisión preventiva, la cual se discutirá este martes.