Caso Muga: testigos confirmaron antecedentes de violencia e intervención policial
Su exesposa continúa grave tras haber recibido tres disparos la mañana del 1 de agosto. El suboficial la atacó con su arma reglamentaria, la cual luego empuñó contra personal del GOE.
Caso Muga: testigos confirmaron antecedentes de violencia e intervención policial
El policía César Muga quedó en prisión preventiva este lunes, tras haber protagonizado el violento episodio en el que hirió de gravedad a su exesposa y luego se atrincheró y amenazó con suicidarse en su casa del barrio Nueva Esperanza de la ciudad de Santa Fe.
El juez Sebastián Szeifert dispuso la cautelar sin plazos, y ordenó la conformación urgente de una Junta de Salud Mental para evaluar el estado psíquico de Muga durante la comisión de los delitos.
La investigación de lo ocurrido la mañana del 1 de agosto está en manos del fiscal Roberto Olcese, quien atribuyó al policía la autoría de los delitos de “tentativa de femicidio, también agravado por el vínculo” y “atentado y resistencia a la autoridad, clasificado por tratarse de un funcionario público y por el uso de un arma de fuego”.
La defensora pública Leticia Feraudo hizo hincapié en que Muga podría haber actuado en el marco de un brote psicótico, y propuso la aplicación de una serie de medidas cautelares: la libertad con custodia, la prisión domiciliaria o una internación. Estas fueron rechazadas por el magistrado, que dispuso la prisión preventiva sin plazos.
El policía César Muga será evaluado por Salud Mental tras el violento ataque a su exesposa.
Encierros, golpes y desequilibrio
Durante la audiencia, la fiscalía expuso las evidencias con las que cuenta hasta el momento. Los testimonios de las hijas del policía y de una vecina fueron fundamentales.
La historia de violencia en la que se enmarca el suceso tiene larga data. Una de las hijas relató cómo durante años se encargó de llamar al 911 cada vez que las situaciones escalaban en su casa, y que si bien la policía intervenía, luego todo seguía igual. Su madre, que hoy pelea por su vida en el Hospital Iturraspe, nunca denunció porque Muga era quien sustentaba económicamente a la familia.
Tanto una vecina como las hijas recordaron un episodio ocurrido cuando ellas eran chicas y él había sido pasado a disposición, en el que Muga se atrincheró en su casa con la familia dentro, golpeó a su esposa y la policía debió intervenir para que cesara la situación.
Una de las hijas también señaló que en 2011 su padre encerró a su mamá y a sus hermanitos y abrió una garrafa. Fue ella quien, al arribar a la casa y percatarse de lo que estaba ocurriendo, cerró el paso del gas.
El padre de Muga se suicidó en 1998, y sus hermanos también murieron. “Tuvo una mala vida”, dijo una de las mujeres, por la que culpaba a sus hijas y a su exesposa. A lo largo de los años, lo vieron apuntarse con un arma a la cabeza varias veces, y amenazar con suicidarse.
El juez dictó prisión preventiva para César Muga por tentativa de femicidio y resistencia. Foto: Archivo
Armado
Hace tres años Muga y su exesposa se separaron, y a pesar de que sus hijas le pidieron que se fuera de la casa, él no lo hizo.
En julio de 2023 la Policía de Santa Fe le entregó nuevamente un arma reglamentaria. Había pasado a disponibilidad cuando le iniciaron una causa penal que no prosperó, luego realizó tareas administrativas, y hace dos años volvió a portar una pistola.
La mañana del hecho, llegó a su casa tras haber estado de guardia. Lo notaron callado, caminaba por la casa a oscuras y se quedaba mirando a sus hijas en silencio. Cuando su exmujer dejó a su nieta bebé y se fue a su habitación, la siguió.
Se escucharon gritos y una discusión. Cuando una de las hijas abrió la puerta, se encontró a Muga sobre su madre, apoyándole la pistola en la cabeza mientras le decía: “Yo te amo mucho”.
Disparos y amenaza de suicidio
La mujer recibió dos tiros, en el antebrazo y en la pierna, y mientras se arrastraba en busca de ayuda Muga le disparó por la espalda. Una de sus hijas, menor de edad, se arrojó sobre su madre para protegerla, y se puso a forcejear con Muga.
La víctima logró pararse, y le dijo a otra de sus hijas “llamá a una ambulancia que me voy a morir”. Fue entonces que Muga, que tenía el arma en la mano, se la colocó en la cabeza y ante la amenaza de suicidarse una de sus hijas intentó quitársela. Hubo dos disparos más, que no hirieron a nadie.
La mujer y su hija adolescentes fueron trasladadas por vecinos al Hospital Iturraspe. Una vecina ingresó a la vivienda y ayudó a salir a otra de las hijas del matrimonio que se había encerrado en una habitación junto a su bebé.
Muga se atrincheró con su nieta de 8 años, a quien luego dejó ir. Tras horas de negociación y disparos a los escudos del personal del GOE, el policía fue reducido con un disparo en la rodilla.
Ahora, quedó en prisión preventiva y será evaluado por una Junta de Salud Mental.