Danilo Chiapello
El implicado es un peón rural, de 41 años, el que tiempo atrás trabajó en el establecimiento de las víctimas.

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
En la tarde de ayer, agentes de la División Judicial bajo las directivas de la Fiscal de San Cristóbal Dra. Fissore- concretaron la aprehensión de un peón rural de 41 años, que tiempo atrás trabajara con el matrimonio Collera.
Como se recordará, los esposos (ambos de 70 años) fueron hallados sin vida en el patio de su establecimiento “Los Charabones” de la localidad de Aguará Grande, el 16 de noviembre.
Según las pericias efectuadas en la ocasión, los cuerpos de Marta Pacce y Leoncio Collera estaban en estado de descomposición y presentaban traumatismos y disparos de arma de fuego. Los peritajes ordenados indicaron que la muerte de los esposos databa de cinco días.
Si bien desde fiscalía no hubo ningún comunicado oficial, extraoficialmente se conoció que en el cuerpo del hombre se visualizan un disparo de arma de fuego en el pecho y otro en la cabeza. En tanto en la señora Pacce se observa un disparo en la cabeza.
Un hijo del matrimonio fue quien al llegar al lugar se topó con la tremenda escena por lo que dio el inmediato aviso a la policía.
A partir de entonces se inició una pesquisa que incluyó allanamientos y secuestro de elementos, tanto en el lugar del ilícito como en propiedades de familiares de las víctimas.
Pero recién en la víspera, la investigación se orientó hacia la posible vinculación de un peón rural, de 41 años, de quien se supo que tiempo atrás se desempeñó como empleado en el establecimiento agrícola-ganadero de los Collera.
Concretada la aprehensión, los efectivos de la División Judicial de la Unidad Regional XIII prosiguen diligencias y realizan allanamientos, con intervención del Ministerio Público Fiscal.
"A nosotros todavía nadie nos confirmó nada de manera oficial. De todos modos tenemos esperanzas en la justicia”, dijeron hoy familiares de las víctimas en diálogo con este diario. Agregaron que “pese a su edad, los esposos seguían plenamente activos en el establecimiento Los Charabones donde realizaban actividades vinculadas al agro y la ganadería.
“Ellos toda la vida trabajaron en el campo. Eran gente de bien y no merecían un final así. Esperemos que las investigaciones avancen y encuentren al que hizo todo este daño".




