Gustavo Daniel Moneghessi quedó en prisión preventiva este viernes, imputado como autor del femicidio de Marta Estela Culasso Arbore, ocurrido en mayo de este año en la ciudad de Rafaela (cabecera del departamento santafesino Castellanos).
El hombre, de 38 años, quedó este viernes en prisión preventiva. Él conocía a la víctima, que fue degollada. Está acusado de homicidio doloso agravado en un contexto de violencia de género.

Gustavo Daniel Moneghessi quedó en prisión preventiva este viernes, imputado como autor del femicidio de Marta Estela Culasso Arbore, ocurrido en mayo de este año en la ciudad de Rafaela (cabecera del departamento santafesino Castellanos).
La audiencia se desarrolló en los tribunales rafaelinos y fue presidida por el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Javier Bottero.
El fiscal Martín Castellano, de la Sección Especializada Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), está a cargo de la investigación y solicitó que el acusado, que tiene 38 años, permanezca tras las rejas mientras avanza la investigación.
“La Defensa del imputado no cuestionó ni la materialidad ni la autoría de los hechos ilícitos”, sostuvo Castellano.
Marta Estela Culasso Arbore tenía 52 años, no usaba teléfono celular, vivía sola y su cadáver fue hallado por su propia madre, una de las pocas personas con las que la víctima tenía contacto habitual.
El cuerpo de su hija estaba recostado sobre su cama, tenía un gran corte en el cuello y un cuchillo de cocina tipo “tramontina” era aferrado por los dedos de su mano izquierda. Este detalle rápidamente llamó la atención, porque la escena sugería un suicidio, pero la mujer era diestra.
Marta sufría epilepsia y pesaba sobre ella una depresión crónica.
Su muerte sucedió entre la noche del viernes 9 de mayo de este año y la mañana del día siguiente, según se pudo determinar.
Por registros de cámaras de distintas cámaras de vigilancia, los investigadores comprobaron que ese viernes, a las 22.24, Moneghessi salió de su domicilio con su perro, caminó las dos cuadras que lo separaban de la vivienda de Marta e ingresó allí. El hombre permaneció en el lugar hasta aproximadamente las 6 de la madrugada.
Esta ventana de tiempo coincidiría con la hora de muerte estimada por el médico forense durante la autopsia. Además, se pudo determinar que ninguna otra persona entró o salió de la casa en ese período e incluso hasta las 15, cuando llegó la mamá de visita.
En una mesa de Marta quedó la botella vacía de una bebida alcohólica que el hombre había llevado, según se puede ver en los videos.
Castellano asegura en su hipótesis que fue Moneghessi quien le produjo con un cuchillo “un corte de dimensiones considerables en el cuello” de la mujer.
“En virtud de la letalidad del medio que usó y del probable resultado mortal de su accionar, es claro que lo hizo con la clara intención de provocarle la muerte a la víctima”, argumentó.
El fiscal también aseguró que “la entidad y gravedad de la herida provocó un shock hipovolémico severo en la víctima que derivó en su fallecimiento”. En tal sentido, concluyó que “el imputado cometió el delito en un claro contexto de violencia de género”.
Víctima y victimario se conocían. En la casa de ella hallaron fotos de ambos juntos.
Los detectives saben que el imputado había estado varias veces en la vivienda.
El cuchillo encontrado en la mano de la víctima es compatible con el tipo de lesión.
Los peritos compararon pelos del perro del imputado con otros que encontraron en la casa de Marta y coincidieron.
Bajo las uñas de la mujer había rastros genéticos que se correspondieron con el ADN de Moneghessi.
En un buzo del acusado, secuestrado algunos días después del hecho, también se hallaron restos genéticos de la víctima.
En el teléfono del imputado había fotos de él con la mujer, adentro de la casa, una de ellas había sido tomada la semana anterior.
Los exámenes toxicológicos practicados durante la autopsia revelaron que Marta tenía un alto nivel de alcohol en sangre.
Castellano manifestó que "con el grado de probabilidad requerido en la instancia procesal en la que estamos, el juez tuvo por acreditado el hecho ilícito tal como lo planteamos desde la Fiscalía”. Asimismo, añadió que “en virtud de las numerosas evidencias que logramos recolectar, consideró que el imputado tuvo plena participación”.
"Por la calificación legal atribuida, el juez refirió que la pena que se le impondría al hombre investigado sería la de prisión perpetua”, continuó el fiscal. “Precisamente, por tratarse de la pena máxima, el juez consideró que el riesgo de fuga está latente”, agregó.
El representante del MPA finalizó que "en cuanto a los peligros procesales, el juez valoró, en consonancia con lo sostenido por la Fiscalía, que no podían neutralizarse con medidas menos gravosas que la prisión preventiva, ante lo que la Defensa del imputado no opuso objeciones".
Al hombre de 38 años imputado se lo investiga como autor del delito de homicidio doloso agravado (por haber sido cometido por un hombre contra de una mujer y mediante violencia de género -femicidio).




