Por Ignacio Andreychuk
iandreychuk@ellitoral.com
Lucas Alessandria es uno de los más experimentados del plantel de Unión. Su claridad al expresarse y analizar los distintos aspectos del equipo lo ubican entre los líderes del elenco rojiblanco que orienta Fernando Quiroz. Para comenzar el año, y en virtud de la venidera segunda rueda del Nacional B, el marcador central opinó: “Para pretender el ascenso tenemos que mejorar en todo, al ciento por ciento”.
El futbolista ex Lanús, Quilmes y Tigre repasó los principales momentos de último semestre de 2008. También se refirió a la dolorosa situación de toda la familia unionista a partir de la pérdida del por entonces presidente Juan Vega.
—Es inevitable separar la vuelta a los entrenamientos sin mencionar todo lo que sucedió institucionalmente en los últimos días. ¿Cuál es tu reflexión?
—El año no empezó de la mejor manera para los unionistas después de la mala noticia del fallecimiento del presidente. Se perdió el referente en cuanto a lo institucional que tenía el club, el tipo que ordenaba y quien tenía la voz de mando dentro de la comisión directiva, detrás del que se ubicaba la mayor cantidad de dirigentes y lo acompañaban en la labor diaria. Por lo que uno sabe, ellos habían hecho bien las cosas administrativamente; mientras que en lo deportivo, estuvieron muy cerca de lograr el ascenso el semestre pasado. Es algo irreparable, pero ahora tenemos que estar todos conscientes de que hay que unirnos para hacer las cosas lo mejor posible, uno al lado del otro para sacar adelante a la institución.
Primer contacto
—¿Qué pudieron hablar con Quiroz en este arranque?
—De todo un poco. Pero en cuanto a los objetivos, sabemos que está claro. Más allá de que hemos dejado pasar chances importantes, que hemos perdido puntos clave y que en estos momentos nos encontremos en una posición en la que nadie quiere estar, a la vista de cómo está el campeonato tenemos las posibilidades intactas. Entonces, depende exclusivamente de nosotros. Tenemos que aprender de los errores que cometidos y modificarlos para bien. No tengo dudas de que hay plantel para sacar adelante a Unión y cumplir el objetivo.
—Siempre se dice que esta parte de la pretemporada es la que menos le gusta al jugador. ¿Cómo lo ves?
—Pero es lo que más nos sirve. A nadie, honestamente, les gusta estar corriendo todo el tiempo detrás de la pelota unos diez o 12 kilómetros, yendo de un lado a otro. Todos quisiéramos que nos tiraran la pelota, hacer lo que a uno más le gusta y llegar bien al inicio del campeonato. No es así. Tenemos un mes de máximo esfuerzo, de entrega, concentración y hacer bien las cosas durante este trabajo de preparación que nos puede brindar un buen torneo desde lo físico, porque lo futbolístico es otra cosa, ya ahí es fundamental lo que se haga durante los 90 minutos de cada partido.
Repaso
—¿Qué hay que mejorar con relación al último torneo?
—Todo. Porque no fue un buen semestre, entonces tenemos que corregir cosas en todos los aspectos. Hay que madurar las cosas que hicimos mal y no repetirlas. Debemos tener más entrega, más compromiso, mejor fútbol... todo. Si nosotros queremos plantear, y no sólo de la boca para afuera, que el objetivo de Unión sigue siendo el de ascender a la Primera División se necesita una mejora del ciento por ciento.
—¿El grupo debe volver a hablar un poco más y tener más comunicación sobre estos aspectos?
—En realidad hay que hacer bien las cosas. Con el correr de los días y con los refuerzos que traigan —llegaron Diez y Peralta—, vamos a ver si “Teté” (Quiroz) propone otra manera de jugar o si seguimos con la misma idea. Igualmente, creo que los conceptos van a ser los mismos. El tema, como lo dije cuando jugábamos bien o mal el torneo pasado, depende de nosotros. Ya demostramos que podemos jugar muy bien y ganar partidos con claridad. Ahora, cuando estamos hechos unos reverendos bolu... y perdemos con equipos de menor jerarquía o que pelean cosas distintas, la cosa cambia. Le dimos a Almagro la chance de ganar el primer partido en el torneo y a All Boys, la oportunidad de ganar su primer cotejo de local. Son cosas que un equipo como el nuestro, y peleando lo que todos hablamos, no pueden ocurrir.
































