De perder 4 seguidos a ganar tres al hilo con Leo

De perder con cualquiera (Lanús, Newell’s, San Lorenzo y Arsenal de Sarandí), recibiendo muchos goles, a ganarle a casi todos con tres gritos al hilo: Aldosivi de Mar del Plata, Colón en el clásico y ahora el Gimnasia de Maradona en el mismo Bosque. Asi, el nuevo Unión de Madelón que parecía morir antes de nacer, se reinventó como nunca. Bien con el sello de Leo desde la conducción. “Contra Rosario Central empezamos un campeonato nuevo”, dijo el DT.

Y fue así nomás. Porque lo primero que hizo fue frenar las derrotas empatando de local y sumando un puntito ante el “Canalla”. A partir de ese punto comenzó la reconstrucción.

Sin dudas que, como lo marca cualquier axioma, se recuperó de atrás para adelante. Porque así como antes le hacían muchos goles (Ejemplo: cuatro le hizo Arsenal en el Viaducto de Sarandí) ahora casi ni la buscan en la red del arco propio. Es más: le hicieron un solo gol en los últimos cuatro partidos y fue el del famoso blooper del juvenil Marcos Peano en Mardel contra un limitado Aldosivi. Ese error le costó la titularidad al chico y le devolvió su lugar a Moyano.

No es casualidad que el propio golero y los dos zagueros (Yeimar y Botti) sean figuras casi siempre. Pero, además, levantó Damián Martínez y se acomodó bien el “nuevo capitán” que es Corvalán de “3”.

Sin dudas que Carabajal parece el talisman: desde que volvió el equipo suma; cuando se quedó afuera de todo el ex “10” de Patronato por lesión aparecieron las derrotas en fila.

Es cierto que contra Central se empezó de nuevo. Pero la realidad marca que Unión preparó el clásico contra Colón como si fuera una final. Y la ganó. Por eso no sorprendió que vuelva a ganar en La Plata ante un necesitado Gimnasia de Diego Armando Maradona.

“Extraño ese Modo Unión del otro equipo...extraño jugar a dos toques”, había dicho Leo antes de enfrentar a Maradona. Gamba, Zabala y Fragapane eran jugadores “livianitos” y ganadores en el mano a mano, más allá de la resolución final.

Este nuevo Unión es más cauto. Intenta progresar desde la banda con el manejo de Carabajal, lejos el mejor de todos los titulares en cuanto a las condiciones técnicas. Y, sin dudas, la vuelta de Acevedo como “5” le dio otro aire.

Arriba, en el ataque, también cambió el nuevo Unión. Ya no hay “uno por adentro y otro por afuera” como era antes. Ahora, con Bou y Mazzola, dos tanques, busca el desequilibrio por desgaste contra los defensores rivales.

¿Quiénes crecieron de los llamados “nuevos?: Moyano en el arco es sobrio y seguro, parece un arquero de los de antes: hace la simple. De a poco, Bonifacio se va animando. Y acaso la cuenta pendiente, en medio de las lesiones, pasa por Cavallaro. Elías y Bou cumplen, pero se espera mucho más de los dos. Sin ser “nuevo”, es interesante lo de Corvalán en la defensa.

Así las cosas, el Tate pasó de perder cuatro al hilo a ganar tres seguidos. Y ahora, hace cuatro que no pierde. Y casi no le hacen goles. La resurrección de Unión. En Modo Madelón. Como siempre.