De la Redacción de El Litoral
area@ellitoral.com
La víctima vive en la zona de countries y pasa en su auto por la zona al menos cuatro veces por día. Cansado de los ataques, que se sucedieron durante los últimos 15 años, lo denunció en la policía y ante los medios. Un problema que se repite y no se soluciona.

De la Redacción de El Litoral
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Un vecino de la zona de countries de la vecina ciudad de Santo Tomé fue víctima de un piedrazo que le estalló un cristal lateral de su auto sin consecuencias físicas. El ataque fue perpetrado pasado el mediodía de ayer en el acceso a la ciudad por la autopista Santa Fe-Rosario, en jurisdicción de barrio Barranquitas Sur y le destrozó el cristal lateral trasero izquierdo de una camioneta Hyundai. Diego O. (pidió reserva de identidad) retornaba a su casa luego de trabajar cuando, al pasar por Iturraspe y Gaboto -zona de autopista- recibió el piedrazo.
Este tipo de ataques se repite casi a diario en la zona y afecta tanto a vecinos de ambas ciudades como a conductores que arriban desde otras provincias. “Yo paso desde el 2000 y tengo una colección de piedras”, se lamentó Diego, y agregó: “Gracias a Dios no tengo una colección de lastimados”. También son blanco de piedrazos los colectivos interurbanos que llegan a la ciudad por la autopista.
12 ataques
Lo que decidió a la víctima a decir “basta” es que el de ayer fue el duodécimo ataque que sufrió en el mismo lugar de la ciudad. “Esta vez viajaba solo, porque mis hijas están de vacaciones y no fueron a la escuela, pero ¿qué hubiese ocurrido si mi hija iba en el asiento de atrás?”, se preguntó esta mañana Diego, cuando le contó a El Litoral lo que le tocó vivir una vez más.
Es por lo antedicho que ayer por la tarde la víctima decidió realizar la denuncia policial en la comisaría 28ª, que está sobre Iturraspe y avenida Pte. Perón, en el acceso a la ciudad. Otras víctimas ya no denuncian los ataques porque no reciben la respuesta esperada de parte de las autoridades de seguridad. “Todos sabemos quiénes son los que tiran piedras. Son chicos que se juntan en la canchita de fútbol que está junto a la autopista. Yo paso desde hace 15 años por allí y los vi crecer”, relató Diego esta mañana. “Pero nadie nunca hizo nada”, se quejó, al tiempo que reclamó que instalen un control en el acceso a la ciudad “como lo tiene Paraná, cuando salís del Túnel Subfluvial, con presencia permanente. No puede ser que allá te revisen hasta lo que llevás y acá ni miran quién arriba a la capital provincial”.
Relatos Salvajes
Diego se mostró cansado de que le suceda en reiteradas oportunidades lo mismo y confesó que se siente “como el ingeniero de Relatos Salvajes”. El personaje en cuestión, de la película de Damián Szifrón, reacciona con ira ante las consecutivas injusticias que sufre. Y, en este caso, ante el duodécimo ataque que sufrió Diego dijo “basta”, aunque admite que “alguien tiene que atender la cuestión social -dice-, porque esos chicos que me tiraron un gomerazo están a la buena de Dios”.
En el momento que ocurrió el ataque había apostadas en la zona dos camionetas de la Guardia de Seguridad Institucional de la Municipalidad de Santa Fe, según pudo observar la víctima. Por otra parte, como denunció días atrás El Litoral, la comisaría 28ª no cuenta con suficientes policías para custodiar el acceso a la ciudad ni realizan controles afuera del edificio. Según evidencia lo ocurrido, pareciera que ni la presencia de la GSI ni los pocos policías de la comisaría son suficiente para solucionar un problema que no es nuevo. “No hay autoridades que te entiendan y hagan algo”, dijo Diego.
Hay que controlar 500 metros
La mayoría de los ataques con piedras y palos ocurre en los últimos 500 metros de la autopista. Esto es, sobre Iturraspe entre avenida Pte. Perón y Juan M. Estrada, en el límite oeste de la capital provincial, entre los barrios Barranquitas Sur y Oeste.




