Manu Ginóbili volvió a escena con una entrevista íntima junto a Leo Montero. Allí evocó uno de los episodios más recordados de su carrera en la NBA: el día que atrapó un murciélago en pleno partido con San Antonio Spurs. “Me dio muchísima credibilidad con los Sub-12”, bromeó.
La anécdota, contada con humor, incluyó detalles insólitos: “Se suspendió el partido varias veces. Cuando me pasó cerca, tiré un manotazo y lo agarré”. Luego intentó pasárselo a un asistente, pero lo esquivaron con terror. “Me hizo un gesto como diciendo ‘andá para allá, estás loco vos’”, recordó entre risas.
Un legado imborrable en Bahía Blanca
El momento más emotivo llegó cuando habló de su padre, Jorge “Yuyo” Ginóbili. Con una foto en la mano, Manu dijo que fue un prócer: “Sacrificó tiempo familiar para entregárselo al club. Lo dejó todo por Bahiense del Norte y la familia”.
Recordó cómo su padre llevaba a los chicos a los partidos, sin interferir ni opinar de más. “Jamás criticó a un entrenador. El tipo estaba. Eso, ahora que soy papá, sé que no es fácil”, reconoció. Su voz se quebró al hablar de la presencia silenciosa pero incondicional de “Yuyo”.
Oberto, una presencia que marcó diferencia
En otro tramo, Ginóbili elogió a su excompañero Fabricio Oberto. “Dudo que haya otro así. Es único. Hablas con un músico, un camarógrafo o un ciclista y todos dicen que es un personaje adorable”, expresó.
Destacó que Oberto generaba vínculos con personas de todos los ámbitos y que era un sostén dentro del equipo. “Estaba atento a todo. No era lo mismo un equipo con Fabri que sin Fabri”, concluyó Manu, en una frase que resume su respeto por el cordobés.
El recuerdo de Kobe
"Un distinto, un genio, una bestia competitiva", comenzó Manu al ver la foto de Kobe Bryant, leyenda del básquet que falleció trágicamente en enero del 2020.
Kobe y Manu se llevaban muy bien. El escolta de los Lakers reiteró en varias ocasiones que le gustaba jugar mucho contra Ginóbili y que el argentino era uno de sus rivales más complicados.