Por Juliano Salierno
jsalierno@ellitoral.com
Dos adolescentes de 16 y 17 años se fugaron ayer del Pabellón Juvenil de la Cárcel de Las Flores, tras eludir todos los controles con los que cuenta el penal, situado en el norte de la ciudad. Según se estima, la policía no tardó más de una hora en dar con los dos, que fueron recapturados y devueltos al penal. Para detenerlos se montó un operativo de singular magnitud, dado que uno de los prófugos estaba tras las rejas acusado de matar al comerciante de barrio Barranquitas, Luis Filippi, a principios de año.
La labor de rastreo estuvo a cargo de “grupos operativos de la Unidad Regional Uno de Policía”, quienes “tomaron conocimiento de la fuga de dos menores, los cuales contarían con frondosos prontuarios delictivos”, informó en un parte de prensa la oficina de Relaciones Policiales.
Como resultado del veloz despliegue de las fuerzas “uno de ellos fue alcanzado por efectivos del Cuerpo de Caballería en las inmediaciones de J.R. Méndez al 6200, en tanto el restante fue capturado por personal de la 5ta. Zona de Inspección en las proximidades de calle Florencio Fernández al 6300”, indicó la fuente oficial.
Antecedentes
Uno de los delincuentes estaba preso desde el 8 de enero, acusado de haber participado del crimen de Luis Filippi, un hombre de 47 años, acribillado a balazos en la planta alta de su casa, ubicada en Pedro Zenteno 3669, del barrio Barranquitas.
El día del homicidio, la policía también capturó al cómplice del chico de 17 años, que es otro joven de 20 años que luego fue procesado, y continúa preso.
La muerte de Filippi generó gran conmoción en la población santafesina, que incluso acompañó a la familia con marchas y movilizaciones en el barrio. Ocurre que el supuesto asesino ya había estado preso antes. Desde el 13 de marzo de 2008, la Justicia de Menores lo alojó en la Residencia Juvenil de Coronda, por cometer un grave delito, pero pronto se incorporó al régimen de “pre-egreso”, donde le dieron las “salidas transitorias” que debían ser vigiladas.
Para justificar sus salidas consiguió un lugar donde trabajar -una estación de GNC- tal como lo requería el Programa de Libertad Asistida del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia.
A fines del año pasado las autoridades ministeriales que debían revisar el expediente hablaban de “buen desempeño del joven” en su puesto de trabajo por lo que solicitaban “evaluar el egreso definitivo”.
Más información en la Edición Impresa

































