En abril pasado se cumplieron 30 años de la trágica desaparición de su autor.
El 4 de setiembre de 1957 apareció en la Argentina una revista de historietas, Hora Cero, con las tres primeras páginas dedicadas a un personaje que marcaría un antes y un después en la historieta argentina: "El Eternauta''.
2007 es año de aniversarios para los amantes del personaje; el 27 de abril se cumplieron 30 años de la desaparición de su creador, el guionista Héctor Germán Oesterheld -60 años en aquel momento-, secuestrado y muy posiblemente asesinado durante la dictadura militar entre 1976 y 1983.
En las primeras páginas de la historieta que dibujó inicialmente Francisco Solano López -la obra tuvo secuelas-, el personaje cuenta que su nombre explica "en una sola palabra'' su "condición de navegante del tiempo, de viajero de la eternidad'', su "triste y desolada condición de peregrino de los siglos''.
El Eternauta tenía un nombre terrenal, Juan Salvo, una familia y una historia detrás, que va desgranando a lo largo de 350 páginas para Germán, el guionista en cuya casa aparece al principio del cómic y que no es sino un trasunto del propio Oesterheld, como muestran los dibujos de Solano López.
El Eternauta comenzó como un cuento corto que luego se transformó en una suerte de adaptación de Robinson Crusoe, como señala el propio Oesterheld en el prólogo: "El Eternauta fue mi versión del Robinson. La soledad del hombre rodeado, preso, no ya por el mar, sino por la muerte''.
Un tiempo dorado
A mediados de los cincuenta fue la edad de oro de la historieta en la Argentina, donde llegaron a editarse 150 millones de revistas anuales. ¿Cómo atraer al lector, con semejante oferta a su alcance?
Contándole una historia que suceda en su entorno, con personajes como uno mismo: la de una nevada mortal que antecede a una invasión extraterrestre de Buenos Aires, que Oesterheld cuenta en un lenguaje netamente porteño y ambienta en escenarios de la ciudad fácilmente reconocibles medio siglo después: el estadio de River, Plaza Italia o la Plaza de los Dos Congresos.
Es la historia de una lucha contra el invasor, una lucha de liberación, contra la injusticia; se entiende que no gustase mucho a los militares que dieron el golpe para "liberar'' a la patria.
Cuando escribió El Eternauta, Oesterheld era un hombre sin una militancia política activa, aunque antiperonista; veinte años después, era -como sus hijas- activo militante montonero que se pasó a la clandestinidad.
El 27 de abril de 1977 fue secuestrado en la ciudad de La Plata.
El diario porteño Clarín relataba en abril pasado que Eduardo Arias, un sobreviviente del centro clandestino de detención conocido como Sheraton, convivió allí con Oesterheld entre noviembre de 1977 y enero de 1978: "Su estado físico era muy, muy penoso''.
Según otros testigos, en el Sheraton coincidió con otros intelectuales y artistas, y allí sus captores le pidieron un guión de historieta sobre el ejército de San Martín.
Se sabe que también estuvo en otras cárceles clandestinas: Campo de Mayo, El Vesubio, La Tablada... No se sabe cómo murió; se cree que fue asesinado en la ciudad de Mercedes en 1978.
También sus cuatro hijas y sus dos yernos desaparecieron, seis de las miles de víctimas del horror que sufrió Argentina durante la dictadura; dos de ellas estaban embarazadas cuando fueron secuestradas y aún se ignora el paradero de sus hijos.
Más publicaciones
Oesterheld trabajó con todos los grandes de su tiempo; además de guionista, fue propietario junto con su hermano de una editorial que llegó a publicar tres revistas de cómic, con dibujantes como Hugo Pratt, Alberto Breccia -con quien en 1969 publicó una versión nueva, más política, de la primera parte de "El Eternauta''- y el propio Solano López.
Entre los personajes más populares que salieron de la cabeza de este geólogo de formación que convirtió la fantasía en su </Cursiva>modus vivendi</fin-Cursiva> están nombres míticos como el Sargento Kirk y Ernie Pike (dibujados ambos por Hugo Pratt), Sherlock Time y Mort Cinder (los dos con dibujos de Breccia).
Tan mítico como Oesterheld fue el autor gráfico de "El Eternauta'', Francisco Solano López (Buenos Aires, 1928), que dio vida a personajes como Bull Rocket -también con Oesterheld- o Slott Barr, con Ricardo Barreiro.
No obstante, sus obras más destacadas fueron las "Historias Mínimas'' que creó junto a su hijo Gabriel y, sobre todo, Evaristo, un policía cínico, pero lleno de humanidad, en el Buenos Aires de los 50.
Solano ha sido un hombre viajero: vivió en Brasil, Londres y Madrid y tuvo el buen sentido de exiliarse durante la dictadura que acabó con su amigo Oesterheld, al que la posteridad recordará por haber creado a "El Eternauta''.
Elías García (EFE)