Un ciudadano de Venado Tuerto denunció ante la Justicia una serie irregularidades en las que se vio envuelto, luego de que un juez dictara el secuestro de su auto, y un martillero público de Rosario se lo rematara. Siete años más tarde el coche sigue a su nombre.
Miguel Ángel Gace presentó una nota el año pasado ante la Fiscalía de Cámara de Venado Tuerto, en la que hizo un pormenorizado relato de la historia. En el escrito cuenta que en el 2000 gastó sus ahorros en la compra de un auto Volkswagen Gol, que al poco tiempo debió entregar a la Justicia por no haber podido afrontar la deuda.>
La operación consistió en pagar la mitad en efectivo y de una vez; y el resto financiado en cuotas, mediante un crédito prendario. Pero ese mismo año se quedó sin trabajo y dejó de pagar.>
Ante el reclamo de la deuda por parte de la Volkswagen Financiera intervino la Justicia, que ordenó el secuestro de la unidad móvil a través de un oficial de Justicia.>
"Trampa legal"
La historia parece una más de las tantas que hubo durante esa época, de no ser porque "intentaron tomar contacto conmigo para legalizar una situación" que el demandante considera "una trampa legal, reñida con la moral".
Sorprendido por ese accionar, Gace comenzó a hacer algunas averiguaciones en el Registro Nacional del Automotor, donde se encontró con que la unidad secuestrada estaba a su nombre tras 6 años de que se lo quitaran.>
Según entiende el denunciante, el titular del auto debería ser quien lo comprara en subasta pública. Sin embargo las multas del vehículo siguen llegando a su casa.>
Tiempo más tarde, un conocido gestor de Venado Tuerto le acercó los papeles para regularizar la situación del auto; trámite que ya le habían pedido con anterioridad. Entonces se negó nuevamente a firmar.>
Gace volvió a hacer averiguaciones y se encontró con que a los pocos días de la operación judicial, el auto pasó a manos de la esposa del martillero, tras un remate de dudosa validez.>
Secuestro frustrado
"Con la capacidad de asombro colmada, me contacté con el personal de Volkswagen Credit, donde me informan que el secuestro de mi unidad figura como frustrado. Es decir, que no se pudo concretar", alegó la víctima.
El acta de subasta está fechada el 27 de junio de 2001, en el Colegio de Martilleros de Rosario, y el bien en juego era un auto VW Gol, motor 1.9 SD Tipo, modelo 2000. La compradora es una mujer, que pagó $ 9.800 más $ 980 de comisión.>
Consultado acerca de si el acta de subasta es válida, Gace respondió que en el colegio de martilleros "no me quisieron extender certificado de que la sala no se utilizó" en esa fecha.>
El reclamo judicial ingresó en Fiscalía de Cámara de Venado Tuerto a mediados de 2006. Llegó a manos del juzgado de Instrucción el 19 de agosto del año pasado, pero el magistrado se excusó cuatro días más tarde.>
Entonces la causa viajó a los tribunales rosarinos, donde la recibió el juzgado de Instrucción Penal de la séptima nominación.>
Esta semana el denunciante se comunicó con la autoridad competente, donde se le explicó que el caso estaba en fiscalía y posiblemente la semana que viene podría ser llamado a declarar por lo ocurrido.
El denunciante se pregunta si la Justicia no debería actuar de oficio, de la misma manera que lo hizo para secuestrarle el auto y rematarlo. Además, está preocupado por lo que pudiera ocurrir si alguien tuviera un accidente con ese coche que sigue a su nombre.

































