"Hay que reducir el riesgo en las ferias, pero no tener miedo de experimentar", dicen desde FIQ
El decano de FIQ, Adrián Bonivardi, analizó qué pudo haber ocurrido en la feria de Pergamino y habló sobre qué medidas mínimas se deben exigir y cómo sostener la enseñanza práctica sin poner en riesgo a los chicos. ¿Hay protocolos en Santa Fe?
"Hay que reducir el riesgo en las ferias, pero no tener miedo de experimentar", dicen desde FIQ
"En esos tubos vamos a mezclar azufre picado con carbón picado y también una sal especial", señaló la alumna antes de poner a prueba su volcán en una feria de ciencia en Pergamino. Después explicó que esos componentes "iban a formar la pólvora". Segundos después, todo explotó.
En cuestión de días se registraron en Buenos Aires este y otro incidente similar en demostraciones científicas: en Pergamino el "volcán" que dejó varios heridos, la más grave es una nena de 10 años que sigue internada en el Garrahan. Y en Palermo, un experimento con alcohol etílico derivó en quemaduras con estudiantes derivados a centros especializados.
Las fiscalías ordenaron peritajes y el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires informó sobre la elaboración de un "nuevo protocolo para prácticas científicas durante ferias y clases".
En cuanto a Santa Fe, en el sitio online de la cartera educativa -apartado de feria de ciencia-, se publican las condiciones para la preparación de los stands y se consignan cuáles son los elementos "no autorizados" a exhibir, entre ellos, combustible, sustancias tóxicas, uso peligroso de conductores eléctricos, jeringas, agujas.
Además, el Programa Provincial de Prevención y Actuación en Situaciones de Emergencia, impulsado por los ministerios de Educación y de Gobierno de Santa Fe, realiza capacitaciones en RCP, primeros auxilios y gestión de riesgos, promueve la construcción de entornos escolares seguros y la elaboración de protocolos y simulacros de evacuación. Iniciado en 2024 con 2.000 docentes de las nueve delegaciones regionales, el programa prevé su continuidad hasta 2027 para alcanzar a todas las instituciones educativas de la provincia.
Consultado por El Litoral, Adrián Bonivardi, decano de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL, analizó qué pudo haber ocurrido en la feria de Pergamino, qué medidas mínimas se deben exigir y cómo sostener la enseñanza práctica sin poner en riesgo a los chicos. La FIQ viene llevando a cabo desde hace años distintas exhibiciones de ciencia destinadas a las escuelas donde se hacen demostraciones de experimentos, como una forma de alentar las vocaciones científicas.
Si hay elementos que pueden salir eyectados de un experimentos, los estudiantes tienen que estar a una cierta distancia. Foto: Flavio Raina
-¿Qué impresión le dejó a usted, cuando vio las imágenes y las descripciones de lo ocurrido en Pergamino?
-Me llamó mucho la atención el volumen del "volcán". Parecía muy grande y, si efectivamente la estructura era una masa de tergopol con tubos metálicos adentro, un pequeño volumen de reactivos que al calentarse genera gases a temperatura elevada, puede producir una explosión. El problema es que, justamente, eso tenés que controlarlo. Si los volúmenes son muy grandes, los riesgos son cada vez mayores.
No sé exactamente qué mezclaron -por los medios se conoció que azufre, carbón-. Hay que tener en cuenta que hay mucha información en Internet y en redes donde aparecen recetas de este tipo de experiencias. Algunas son interesantes si se hacen correctamente; otras, no son convenientes realizarlas. Yo desconozco qué es lo que pasó en el lugar, no sé si estaban cumpliendo o no cumpliendo con las normas.
Adrián Bonivardi, decano de FIQ. Foto: Gentileza
-¿Qué salió mal en estos casos, a su entender?
-Probablemente una combinación de factores. El acompañamiento de un adulto, de un docente, en este caso, que eran niños de 10 años, con más razón es determinante. También importan los volúmenes de estos experimentos, no pueden superar determinado tipo. Y la sobreexposición a recetas sin control en Internet facilita que se intenten reproducir experiencias sin respetar medidas mínimas.
-¿Qué protocolos y prácticas recomienda al preparar una demostración pública de ciencia?
-En la facultad trabajamos con normas y prácticas muy claras: los experimentos se prueban antes, hay un docente responsable, a veces asistentes que son estudiantes avanzados y entrenados, y se consulta a la Dirección de Higiene y Seguridad de la facultad si hay dudas. Si el experimento llevara algún tipo de riesgo -como la posibilidad de que salga eyectado algún material-, todos los que observan tendrían que usar gafas de protección como mínimo.
Además, se controla el volumen y se limita la fuente de combustible. En la feria, por ejemplo, se hace un experimento donde se utiliza la llama con un cartucho de gas butano, a escala micro y el único que manipula es el docente a cargo. Y se muestra cómo va cambiando de color en función de la solución salina que se incorpore, y donde los estudiantes tienen que estar a una cierta distancia.
Cuidados y precaución
-¿Se pueden hacer experimentos llamativos sin riesgo?
-Sí, pero con control. Hay demostraciones que son llamativas y seguras si se hacen en escala micro y con barreras físicas -mamparas, distancia, equipo de protección- y presencia de adultos formados. Yo tendría cierto cuidado, trataría de evitar algo que pueda producir una explosión, porque puede salir material eyectado, y sobre eso no tenés control.
Las medidas que son necesarias están normadas, no es una cosa extremadamente compleja, pero no, uno no puede desconocerla. Los accidentes pueden ocurrir, caen fuera de lo previsto, pero hay que bajar las probabilidades de que eso ocurra.
-Quizá lo que ocurrió puede generar miedo que aleje a los chicos de la ciencia. ¿Qué opina?
-El miedo a veces es un buen consejero, si uno lo toma como una precaución. Es comprensible pero no debe paralizar. No hay que tener miedo en manipular estas cosas, pero sí hay que ser consciente de que conlleva riesgo. Si se aplican las medidas, las normas, la probabilidad de un accidente grave es muy baja.
El objetivo "no es dejar de hacer" sino enseñar a manejar el riesgo. O si en una feria hay algo que no está funcionando o si los alumnos se acercan cuando deberían estar lejos, ahí uno tiene que parar el experimento.