Los sábados de abril, a las 21.30, los santafesinos se podrán reencontrar en el Espacio de Artes Latreintasesentayocho (San Martín 3068) con una obra que, tras su estreno realizado en el año 2012, dejó una huella profunda en el teatro santafesino. Se trata de “Los Puros (una noche de amor)”, de Alberto Serruya.
Hace poco más de una década, la puesta estuvo presente durante varios meses en la cartelera santafesina y luego sus gestores realizaron una gira europea que incluyó Madrid y París. En 2023, guiados por “el deseo de volver a habitar esos cuerpos, transitar esos textos, volver a sentirse bañados por la luz de la escena y envueltos por la música original” el mismo elenco decidió llevar adelante el reestreno.
Los actores en la puesta de 2012. Foto: Gentileza producciónLos mismos actores están a cargo de los personajes: Adriana Rodríguez y Marcos Martínez. Durante el desarrollo del montaje estará también la música original de Carlos Serruya, ejecutada en vivo por la soprano local María Victoria Dávila.
También forman parte del equipo Walter Anreim (quien diseñó el elemento escenográfico central de “Los puros” a partir de bocetos y diseño de Fernanda Aquere y planimetría de Adrián Airala) y Leandro Rusillo, quien se ocupó de armar los restantes elementos escenográficos de la puesta.
Ubaldo Ledesma tiene a su cargo el diseño y ejecución de la planta de luces, Lucila Barduca el diseño de maquillaje y Valeria Scelza la gestión de redes y comunicación. Cecilia Whiljelm asumió una vez más la producción ejecutiva y la dramaturgia, dirección general y puesta en escena pertenecen a Alberto A. Serruya.
El origen de “Los puros” se remonta hasta una mañana de finales de septiembre de 2007, cuando el autor del texto leyó una noticia que lo conmovió profundamente. El hecho había ocurrido en Francia y tenía como protagonista al delicado amor que se había prodigado, durante más de cincuenta años un matrimonio.
“Sé que decir que ‘Los Puros (una noche de amor)’ nació de ese temblor, del vértigo y la fascinación que me despertó ese suceso, puede sonar banal, exagerado o pretencioso. Pero fue así. Poco tiempo antes, el enamorado, una figura destacada del pensamiento y la cultura europea, había publicado su célebre ‘Carta’ en la que declaraba: “acabás de cumplir años y todavía guardás la gracia deseable de la hermosura. Estamos juntos y te amo más que nunca. Hace poco me he vuelto a enamorar de vos y llevo en mi seno, de nuevo, un vacío devorador que sólo colma tu cuerpo apretado contra el mío’”, había manifestado Serruya cuando se realizó el estreno.
El intento de Serruya estuvo, entonces, centrado en describir las formas que asume el amor en la vejez. Foto: Gentileza producciónSobre el sentido que construye esa carta, once años después, el autor remarcó que su intención fue reconstruir una noche en la vida de esa pareja, lo que en este caso equivalía “a recorrer el itinerario de una pasión para intentar responder una pregunta que ellos habían encarnado: ¿cuáles son los límites del amor?”.
El intento de Serruya estuvo, entonces, centrado en describir las formas que asume el amor en la vejez, la manera en que la biología decanta la pasión y la transmuta en otra cosa. En poner en crisis la entidad y el valor que nuestra civilización ha asignado a categorías tales como el coraje, el dolor y el apego a la vida.
Foto: Gentileza producciónEn diálogo con este medio, Serruya consideró también que les reflexiones que se tejen a lo largo del desarrollo de “Los puros” adquieren otras resonancias luego de lo que fue, como sociedad, atravesar juntos la pandemia de Covid19. “El espectáculo tiene un final trágico, abrupto, vinculado con la pérdida de la vida. Cuando nos volvimos a juntar para reestrenar, pensamos en cómo se leería, resignificaría o interpretaría una decisión voluntaria de los personajes principales, en el marco de una pandemia que, violentamente, terminó con la vida de mucha gente. Esto nos hizo formular algunas preguntas que, suponemos, el espectáculo va a lanzar al espectador”, resaltó.