Durante las décadas de 1950 y 1960 del siglo pasado, el cine norteamericano se ocupó decenas de veces de reflexionar desde la pantalla sobre los miedos y angustias que obsesionaban al hombre común de esa época: la amenaza nuclear y el posible fin de la civilización en el mundo polarizado posterior a la Segunda Guerra Mundial.
"Dr. Insólito". Foto: Columbia Pictures, Hawk FilmsUna de las imágenes más potentes que se conservan de aquellos años pertenece al final de “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb”, conocida en español como “Doctor Insólito”: un soldado montado (como si fuera un jinete del mal) sobre un misil nuclear que está a punto de hacer detonar el mundo entero tras una serie de errores generados, sobre todo, por la estupidez humana.
Esta película, dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Peter Sellers (en su etapa previa a “La Pantera Rosa”) sigue siendo a casi 60 años de su estreno la sátira tragicómica más lograda sobre la Guerra Fría y la amenaza nuclear. A través de situaciones forzadas hasta el extremo, disecciona el potencial destructivo de la paranoia y la locura.
Los personajes son excéntricos, pero representativos de un estado de cosas. Dos ejemplos: el general Jack D. Ripper (Sterling Hayden) ve una conspiración comunista para contaminar el agua, mientras el Dr. Strangelove (Peter Sellers) ex científico nazi, ha mutado a asesor del presidente norteamericano y apenas reprime sus instintos fascistas.
Los laberintos innecesarios en los cuales se introducen postulan la irracionalidad de los sistemas que promueven un poder sin limitaciones, pero también trata de establecer los límites de la responsabilidad de los seres humanos.
"Dr. Insólito". Foto: Columbia Pictures, Hawk FilmsEl valor del film se amplía si se considera que el abordaje de Kubrick se hizo en un momento álgido del enfrentamiento entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética. La crisis de los misiles en Cuba de 1962 estaba todavía fresca. En otras palabras, no es lo mismo satirizar esa problemática hoy que hacerlo en 1964.
Quizás sea eso mismo lo que explica su vigencia en la cultura popular y el hecho de que Cine Club Santa Fe haya decidido incorporar el film a su tour de clásicos. Se podrá ver el sábado a las 23.30 en la sala del Cine América (25 de Mayo 3075).
"Dr. Insólito". Foto: Columbia Pictures, Hawk FilmsBisagra en la ciencia ficción
El crítico de cine Roger Ebert estuvo presente en el estreno de “2001, una odisea del espacio” en 1968, otra película de Stanley Kubrick elegida por Cine Club para su programación semanal. Y dejó constancia de una anécdota que da cuenta de la recepción heterogénea que tuvo en ese momento la compleja cinta de Kubrick: al parecer, el actor Rock Hudson se levantó irritado de su butaca y preguntó a los que estaban a su lado: “¿alguien sabe de qué demonios va todo esto?”.
Muchos todavía se plantean interrogantes parecidos 55 años después, pero el consenso generalizado es que el film planteó una nueva etapa para la ciencia ficción. En efecto, una de las pocas obras del género que, en las décadas previas, se había planteado las preguntas de Kubrick era “Planeta prohibido” (Forbidden Planet, 1956, Fred M. Wilcox). Que dejó de lado los riesgos nucleares y la Guerra Fría para explorar un costado existencial de los personajes, con ecos shakesperianos.
El crítico e investigador Román Gubern sostiene que a partir de 2001 el género “alcanzó su mayoría de edad”. Y el diagnóstico parece preciso: todo lo que se hizo posteriormente dentro de la ciencia ficción tuvo, para bien o para mal, algún tipo de influencia de Kubrick. Como plantea Claude Aziza “‘2001, Odisea del espacio’ acaba con las fantasías afiebradas y plantea cuestiones metafísicas tras un derroche de detalles científicos”.
"2001, Odisea del Espacio". Foto: MGMLa posibilidad de ver este film en pantalla grande constituye medio siglo después una experiencia que vale la pena atravesar. La función prevista por Cine Club Santa Fe será el próximo domingo a las 21.45.
Como yapa, cabe informar también a los amantes del cine que están programadas, para lunes, martes y miércoles, proyecciones de “La strada” y “La nave va”, ambas de Federico Fellini y “El discreto encanto de la burguesía”, de Luis Buñuel.