Bill Gates pidió al G20 una vacuna contra el coronavirus

Los devastadores efectos de la pandemia del coronavirus se reflejan a diario cuando se dan a conocer las cifras de muertos y contagiados en todo el mundo. Lo que provoca en muchos países el colapso del sistema sanitario, y una crisis inédita.

De allí que, en medio de la cuarentena​ o el aislamiento obligatorio de acuerdo el lugar, los científicos aceleren las pruebas y exámenes para dar con una vacuna. Y hay otras voces autorizadas por su labor.

El fundador de Microsoft, el estadounidense Bill Gates, acaba de lanzar una suerte de advertencia o reclamo al G20, el grupo de las potencias industrializadas y países emergentes, en medio de la lucha contra el Covid-19.

Los países del G20 no deben "titubear" en su apoyo financiero a la lucha contra la pandemia del coronavirus, escribe el copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, en una columna publicada en el dominical del diario alemán Die Welt"

El segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, recuerda que, según científicos de todo el mundo, se tardará al menos 18 meses en tener desarrollada la vacuna. "Este objetivo sólo se podrá cumplir con el debido apoyo financiero", prosigue.

Gates alude a los esfuerzos que lleva a cabo en busca de esa vacuna la llamada Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI).

Son varios los países que han prometido apoyar esa iniciativa, de la que Gates es uno de los impulsores. Pero para hacer su trabajo estima el mecenas estadounidense que se precisará de al menos 2.000 millones de dólares.

Gates considera que el G20 debe contribuir tanto al desarrollo de la vacuna, como un "bien común global", como a la logística que se precisará para llevar adelante lo que denomina de "proyecto inmunológico" a escala mundial.

Vale recordar que Gates habló durante una charla TED en abril de 2015 para explicar lo que él creía que sería la próxima gran catástrofe global.

En aquel momento, sostuvo enfáticamente que no se trataría de bombas nucleares, ni guerras, ni misiles, sino la propagación de un peligroso virus que superaría la capacidad de reacción de la humanidad.

En aquella oportunidad el contexto tiene importancia: lo hizo un año después de que se evitara un brote global del ébola.

En su opinión de entonces, el fundador de Microsoft ​y filántropo planteaba que el planeta no estaba preparado para una pandemia de coronavirus. La charla que resultó una predicción, claro, se hizo viral.