Día del Locutor: por qué se celebra el 3 de julio en Argentina
La Sociedad Argentina de Locutores, fundada en 1943, marcó un antes y un después en la profesionalización y defensa de los derechos laborales de los locutores. En su día, recordamos voces icónicas de la radio y televisión de nuestro país que han dejado un legado imborrable, marcando generaciones con su talento, carisma y estilo único.
Día del Locutor: por qué se celebra el 3 de julio en Argentina
Este 3 de julio, Argentina celebra el Día del Locutor, una fecha que rinde homenaje a esos profesionales "invisibles" que, con su voz, se convirtieron en parte fundamental de la vida cotidiana de millones de personas. La elección de esta efeméride no es azarosa, sino que conmemora la fundación de la Sociedad Argentina de Locutores (SAL), un hito clave en la profesionalización de la actividad en el país.
El rol del locutor, que va desde informar con rigurosidad hasta entretener con carisma y narrar eventos con solvencia, ha evolucionado a lo largo del tiempo, adaptándose a las nuevas tecnologías y plataformas, pero manteniendo siempre la esencia de la palabra hablada como puente emocional.
El nacimiento de la SAL
Fue un 3 de julio de 1943 cuando un grupo de veintiún locutores se congregó en la redacción de la revista Antena, en pleno centro porteño, con un objetivo claro: profesionalizar su actividad y salvaguardar sus derechos laborales. De ese encuentro histórico surgió la Sociedad Argentina de Locutores. Entre los impulsores de esta iniciativa se destacaron nombres como Pedro del Olmo, quien fue elegido primer presidente, y el reconocido Roberto Galán, que ofició como secretario.
El motor de esta unión fue Jorge Omar del Río, un joven locutor que percibió la necesidad de una entidad que representara a sus colegas. Poco después de su fundación, la SAL estableció su primera sede formal en la calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen), equipada con una biblioteca y estatutos propios. Apenas siete años más tarde, en 1950, durante un congreso nacional de la flamante organización, se oficializó el 3 de julio como el "Día del Locutor", fecha que se mantiene hasta hoy en el calendario argentino.
Desde aquellos albores de la radiofonía, la labor del locutor ha experimentado una profunda transformación. Sin embargo, su esencia, el poder de la voz, se mantiene inalterable. Más allá de simplemente hablar frente a un micrófono, la tarea del locutor abarca un amplio espectro de responsabilidades: informar con claridad y veracidad, entretener con encanto, conducir programas y eventos con maestría, y transmitir emociones con autenticidad.
La versatilidad de estos profesionales se evidencia en su presencia en múltiples formatos: la conducción de programas radiales y televisivos, la lectura de noticias, la narración de eventos en vivo, la grabación de publicidades, el doblaje de contenidos y, más recientemente, su incursión en podcasts y plataformas digitales. La maestría en la dicción, el manejo de la respiración y el ritmo vocal son habilidades que requieren de una constante formación y práctica. Por ello, es fundamental la preparación en institutos y universidades que otorgan el carnet habilitante del ENACOM, requisito indispensable para el ejercicio legal de la profesión en Argentina.
Consejos para cuidar la voz
Para los locutores y para cualquier persona que utilice su voz de forma profesional o frecuente, es vital mantenerla en óptimas condiciones. Algunos consejos esenciales incluyen:
Hidratación constante: Beber abundante agua a lo largo del día es fundamental para mantener las cuerdas vocales lubricadas.
Descanso vocal: Evitar forzar la voz, gritar o hablar en ambientes ruidosos por períodos prolongados. Si se siente fatiga vocal, es crucial descansar.
Buena alimentación: Una dieta equilibrada contribuye a la salud general, incluyendo la vocal. Evitar alimentos muy fríos, picantes o ácidos antes de hablar prolongadamente.
Calentamiento y enfriamiento: Al igual que un deportista, la voz necesita un calentamiento previo al uso intenso y un enfriamiento posterior para relajar los músculos. Ejercicios suaves de respiración y vocalización son ideales.
Evitar el tabaco y el alcohol: Estas sustancias irritan las cuerdas vocales y pueden causar daños a largo plazo.
Consultar a un profesional: Ante cualquier disfonía persistente, dolor o cambio en la voz, es importante acudir a un foniatra o un otorrinolaringólogo.
Voces icónicas: los locutores que dejaron su huella en Argentina
Carrizo, Fontana, Badía, Guerrero Marthineitz y Longo; algunas de las voces que forjaron la historia de la radiofonía argentina.
Voces que hicieron historia
A lo largo de la historia de la radio y la televisión argentina, un sinfín de locutores y locutoras han marcado épocas con su talento, carisma y estilo inconfundible. Sus voces se convirtieron en parte del imaginario colectivo y son recordados por generaciones. Entre los más emblemáticos, se pueden mencionar:
Antonio Carrizo: Maestro de la palabra, su voz grave y pausada fue sinónimo de cultura, inteligencia y compañía en la radio.
Cacho Fontana: Innovador, versátil y carismático, fue una figura central en la radio y la televisión, con una dicción impecable y una capacidad única para la improvisación.
Juan Alberto Badía: Su pasión por la música, su cercanía con el oyente y su estilo desenfadado lo convirtieron en un referente para varias generaciones.
Hugo Guerrero Marthineitz: Conocido como "el loco de la radio", su estilo transgresor, reflexivo y poético redefinió los límites del medio.
Norberto Longo: Un pilar de la radio y la televisión, con una voz distintiva y una extensa trayectoria en programas de variados géneros.
Betty Elizalde: Una de las grandes voces femeninas de la radiofonía, con una calidez y sensibilidad que la hicieron inconfundible.
Nelly Raymond: Pionera, conductora y figura polifacética, supo imprimir su sello en la radio y la televisión argentina.
Elizalde, Raymond, Soldán y Larrea: legado imborrable en el corazón de los oyentes y televidentes.
Silvio Soldán: Su voz inconfundible y su estilo elegante lo convirtieron en un ícono de los programas de entretenimientos y concursos.
Héctor Larrea: figura legendaria e ineludible de la radiofonía argentina. Su programa "Rapidísimo", que se mantuvo al aire por décadas, fue un magazine pionero que combinaba información, humor, música y entrevistas de una manera innovadora y fresca para su tiempo.
Estos son solo algunos ejemplos de las innumerables voces que han contribuido a forjar la rica historia de la locución en Argentina, dejando un legado imborrable en el corazón de los oyentes y televidentes.
Más allá del merecido reconocimiento institucional, el Día del Locutor invita a reflexionar sobre el profundo valor simbólico y social de la palabra hablada. En un mundo saturado de imágenes e información visual, la voz, con su cadencia, su tono y su calidez, persiste como un puente emocional insustituible entre quienes comunican y quienes escuchan.
Aunque el 3 de julio es una fecha distintiva en Argentina, la profesión del locutor se celebra en otros países de América Latina en diferentes momentos. Por ejemplo, Chile lo conmemora el 14 de abril, Uruguay el 10 de octubre, Bolivia el 19 de marzo y Venezuela el 11 de diciembre. No obstante, en Argentina, el 3 de julio lleva consigo una particular resonancia, no solo al recordar el origen gremial de la actividad, sino también al evocar una época de esplendor para la radiofonía nacional.
En cada transmisión, en cada frase memorable, en cada noticia leída con precisión o en cada historia narrada con emoción, existe un locutor que, con su voz, construye cercanía y nos acompaña día a día, aun sin que conozcamos su rostro. Celebrar este día es, en definitiva, reconocer a estos artífices del aire que, con su talento, enriquecen nuestra vida cotidiana.