Los representantes de la industria oleaginosa local esperan una cosecha argentina de soja 2009/10 del orden de 55 millones de toneladas, según reveló ayer Alberto Rodríguez, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales.
Esa proyección supera holgadamente a las difundidas por las Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario, que ubicaron la trilla sojera en 52 y 52,5 millones de toneladas, respectivamente.
El empresario puso de relieve que “esto va a significar la posibilidad de procesar mucha más materia prima de la que dispusimos el año pasado”, aunque referentes del sector productivo dejaron trascender que antes de desprenderse de la soja nueva, el campo “evaluará” la situación que presentan los mercados granarios para el resto de los productos, algunos de ellos con mercados intervenidos y registros de exportación cerrados.
Rodríguez aseguró que “si las condiciones acompañan, vamos a estar moliendo alrededor de 40 millones de toneladas de soja, contra 29 millones procesadas en 2009”.
El año pasado, además de la merma que se produjo en el volumen esperado para la trilla sojera, los agricultores mantuvieron la oleaginosa como “capital grano” durante varios meses, para ir vendiendo en dosis homeopáticas, como modo de mantener liquidez, para comercializar la soja a medida que fueran necesitando el dinero.
El directivo de Ciara y CEC acotó que “de todos modos, vamos a seguir teniendo una capacidad ociosa de entre 10 y 12 millones de toneladas”. De cara a ese escenario, remarcó que “es por eso que seguimos insistiendo que nos abran la posibilidad de la admisión temporaria de soja proveniente de Paraguay, que puede aportar dos o tres millones de toneladas más”.


































