Una tomografía computada practicada a la imagen de la Virgen del Valle, patrona de Catamarca, determinó que la escultura está próxima a cumplir 400 años, proviene del Alto Perú, actual Bolivia, y que podría tratarse de una réplica de la Virgen de Guadalupe (México).
La tomografía, efectuada en julio pasado, permitió conocer que la estructura está compuesta de madera tallada recubierta de una sustancia que podría ser sílice y luego concluida con tela o cuero engomado, informó el Obispado de Catamarca.
"Esto termina de definir la forma y pliegues del manto", dijo José Díaz, vicario episcopal de Pastoral del Obispado, quien también manifestó que la imagen "tiene dos fisuras, una profunda en el cuello y otra en la cabeza".
Aseguró además que la imagen sería del Alto Perú y que podría tratarse de una réplica de la Virgen de Guadalupe.
El Alto Perú se caracterizó por ser el centro político y económico de sudamérica antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776.
En aquella zona, más precisamente en Potosí, se encontraba la mayor explotación minera de la colonia en el cerro del mismo nombre, lo que generó una verdadera urbe que según algunos historiadores, llegó a tener más de 300.000 habitantes a principios del siglo XVIII.
Esa región se integró económicamente al actual noroeste argentino en la provisión de bienes y servicios..
Los indios desarrollaron una enorme habilidad para la talla de este tipo de imágenes, la que se fundió con el arte español de la época en manifestaciones como pintura y escultura.
La tomografía de la Virgen del Valle se llevó a cabo en el Hospital San Juan Bautista en un marco de estricta reserva.
La imagen fue encontrada en 1618 por Manuel de Salazar, aunque ya era venerada por pueblos indígenas de la zona de Choya, donde se encuentra la actual Gruta de la Virgen, a unos siete kilómetros al norte de la ciudad de Catamarca.
Télam
































