Una fuerte tormenta sacudió el Carnival Sunshine, inundó los pasillos y aterrorizó a todos. El barco que llevaba a 1040 tripulantes en sus 14 cubiertas, se dirigía desde Bahamas a Carolina del Sur cuando atravesó el temporal.
El Carnival Sunshine volvía a Charleston cuando quedó atrapado en un temporal, convirtiendo el viaje en una pesadilla para cientos de pasajeros a bordo.

Una fuerte tormenta sacudió el Carnival Sunshine, inundó los pasillos y aterrorizó a todos. El barco que llevaba a 1040 tripulantes en sus 14 cubiertas, se dirigía desde Bahamas a Carolina del Sur cuando atravesó el temporal.
La marejada ciclónica duró 12 horas y tuvo vientos de 130 km/h con olas de más de cinco metros.
Se inundaron los decks inferiores y hubo roturas de muebles. El bar de la tripulación quedó totalmente destrozado, según videos que circularon por las redes sociales.
El pasajero Bill Hassler le dijo a un canal de televisión que estaba “sorprendido de que todavía esté vivo” y que los demás pasajeros estaban “blancos como fantasmas” cuando finalmente tocaron tierra. El hombre dijo que una ola rompió la ventana de su cabina.
Era la primera vez que William Blackburn viajaba en un crucero. “Fue aterrador”, dijo el hombre que estaba en el barco con su esposa y otros miembros de su familia. “Nos quedamos en nuestro camarote y rezamos para que estuviéramos bien”.
Además, agregó que se aseguraron de saber dónde estaban los chalecos salvavidas, pero dijo que no creía que fueran suficientes para sobrevivir si terminaban en el océano. “Discutimos el hecho de que sería muy improbable sobrevivir en el agua incluso con chalecos salvavidas y dudábamos de que los botes pudieran ser lanzados en esas condiciones”, dijo.
“Fue como si el barco chocara contra una pared, todas nuestras cosas salieron volando de los mostradores, el equipaje se cayó y se deslizó”, agregó.
“El viento aullaba, todo lo que podía ver fuera era un sólido muro de agua y lluvia mezclada. La puerta del balcón del camarote de al lado se había roto y daba unos portazos espantosos. El techo y las paredes crujían, y el barco hacía ruidos horribles, y a veces vibraba violentamente como si los motores lucharán contra las olas embravecidas”, recordó el pasajero, todavía asustado. Otro contó que parecía que el Carnival Sunshine “parecía estar a punto de partirse en dos”.
Pasajeros también se quejaron por la falta de información durante la tormenta, Daniel Taylor, dijo que la tripulación “nos dejó a ciegas, sin decirnos lo que estaba sucediendo, a dónde nos dirigimos ni cuál era el plan”, según informó la cadena WCIV-TV.
Pese a la fuerza de la tormenta, no hubo pasajeros heridos y el barco sufrió daños menores, según la compañía de cruceros. De hecho, volvió a zarpar días después, aunque algunas cabinas de la tripulación quedaron fuera de servicio temporalmente debido a daños por agua.




