La ciudad de Estambul fue escenario este viernes 25 de julio de 2025 del primer acercamiento cara a cara entre Irán y el bloque europeo E3 (Alemania, Francia y Reino Unido), desde que en junio se desencadenara un conflicto armado con Israel que incluyó ataques a instalaciones nucleares iraníes.
El encuentro se desarrolló durante aproximadamente cuatro horas, según reportes de medios internacionales.
Encabezados por el viceministro iraní de Exteriores, Kazem Gharibabadi, y el diplomático Majid Takht Ravanchi, la delegación de Teherán sostuvo lo que calificó después como una reunión “seria, franca y detallada” con sus contraparte europeas.
Se analizaron propuestas específicas sobre alivio de sanciones y la evolución del programa nuclear iraní, sin que se alcanzara ningún acuerdo inmediato. Ambas partes acordaron mantener el diálogo.
El encuentro se desarrolló durante aproximadamente cuatro horas. Créditos: Dilara Senkaya/ ReuterContexto del conflicto
El trasfondo de esta reunión remonta a la guerra de 12 días entre Irán e Israel en junio de 2025, en la que Estados Unidos respaldó a Israel con bombardeos contra sitios nucleares y militares iraníes en Natanz, Isfahán y Fordow. Decenas de civiles, científicos y altos mandos murieron durante los ataques.
Frente a este escenario, las negociaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos, iniciadas en abril, quedaron paralizadas. Europa entonces se convirtió en el principal interlocutor, convocando a Irán a retomar conversaciones nucleares dentro del formato del E3.
Desde Washington, la retirada unilaterales del pacto nuclear de 2015 (PAIC‑JCPOA) en 2018 bajo la administración de Trump intensificó la tensión.
Europa ha acusado reiteradamente a Irán de incumplir el acuerdo, ya que continúa enriqueciendo uranio más allá del límite del 3,67 %, alcanzando incluso el 60 %, un umbral cercano al necesario para fabricar armas nucleares.
Se analizaron propuestas específicas sobre alivio de sanciones y la evolución del programa nuclear iraní. Créditos: Dilara Senkaya/ReuterPresión europea
Las potencias del E3 emitieron advertencias claras: si Irán no ofrece “gestos concretos” que demuestren voluntad de avanzar en su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y en limitar su enriquecimiento, procederán a activar el mecanismo de “snapback”, que reinstaura automáticamente sanciones internacionales establecidas en el acuerdo de 2015.
Europa estaría dispuesta incluso a ofrecer una extensión del plazo crítico, proponiendo retrasar la activación del snapback hasta fines de agosto o septiembre, bajo la condición de que Irán acepte retomar negociaciones con EE.UU. y coopere con inspectores internacionales. Esta prórroga, no obstante, requeriría de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, Irán rechazó la posibilidad de extender la resolución de la ONU vinculada al PAIC, argumentando que esa vía carece de fundamento legal y moral. El régimen insistió en que su derecho al enriquecimiento sigue siendo ineludible.
Posiciones irreductibles
El ministro iraní Abbas Araqchi, en declaraciones previas, reafirmó que Irán mantiene su postura invariable, rechazando cualquier intento de obligarlo a suspender su programa nuclear civil, apoyándose en principios constitucionales y en su derecho soberano. Adujo que el diálogo no puede utilizarse como plataforma para agendas ocultas, incluyendo acciones militares.
En el mismo sentido, Gharibabadi enfatizó que no hay confianza en EE.UU., y que cualquier negociación debe partir de garantías claras que eviten futuras agresiones. Irán dejó abierta la posibilidad de recibir a una delegación técnica de la OIEA, aunque sin permitir acceso inmediato a los principales sitios nucleares.
Vista general del consulado iraní, donde Irán mantiene conversaciones nucleares. Créditos: Dilara Senkaya/ReuterPerspectivas abiertas
Aunque este primer encuentro no desembocó en un nuevo entendimiento, estableció una dinámica diplomática que podría permitir el reencuentro del diálogo nuclear si ambas partes logran construir confianza. El E3 intenta utilizar esa ventana antes de que expire la posibilidad de activar el mecanismo sancionatorio en octubre, fecha límite fijada en la resolución del acuerdo de 2015.
Irán, por su lado, sustenta que no hará concesiones que comprometan su soberanía, al tiempo que advierte que reinstaurar sanciones podría llevarnos a un puntillazo irreversible en las relaciones internacionales y a la posible retirada del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Ambas partes coincidieron en la necesidad de seguir las conversaciones, aunque el margen es estrecho y la presión internacional aumenta. El próximo hito clave será el desenlace —o no— de la activación del snapback y la posible vuelta de inspectores de la OIEA a Irán antes del otoño.